Publicado 20/02/2019 18:43

Víctimas de abusos a responsables vaticanos: "Acabó el tiempo de las palabras. Es hora de tomar acciones contundentes"

Miguel Hurtado
ASOCIACIÓN INFANCIAS ROBADAS

   El español Miguel Hurtado asegura que los organizadores de la cumbre están sorprendidos de que la jerarquía española no se haya reunido con ellos

   MADRID, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Entre 10 y 12 víctimas de abusos sexuales por parte del clero se han reunido este miércoles 20 de febrero durante poco más de dos horas con los organizadores de la cumbre antipederastia convocada por el papa y que arranca mañana jueves 21 de febrero y les han pedido que pasen de las palabras a los hechos.

    "Se acabó el tiempo de las palabras. Es hora de tomar acciones contundentes". Este es el mensaje en el que han coincidido todas ellas, según ha relatado posteriormente una de las víctimas españolas, Miguel Hurtado, la primera víctima que denunció abusos sexuales cometidos por el monje de Montserrat Andreu Soler.

   Tras el encuentro, Hurtado se ha confesado "decepcionado" porque los coordinadores de la cita que reunirá a 190 participantes, entre presidentes de todas las Conferencias Episcopales del mundo, religiosos y otros expertos, no han presentado ningún "proyecto concreto en específico". Sin embargo, ha indicado que ha sido una reunión "honesta" en las que las víctimas no se han "mordido la lengua".

EL VATICANO, AGRADECIDO

   Según ha informado el portavoz del Vaticano, Alessandro Gisotti, el encuentro se ha celebrado a puertas cerradas y sin periodistas, como se anunció. Gisotti ha trasladado el agradecimiento a las víctimas que han participado en este encuentro "por su sinceridad, la profundidad y la fuerza de sus testimonios que les ayudarán a comprender mejor la gravedad y la urgencia de los problemas que serán afrontados en el encuentro".

   Por otro lado, Hurtado ha asegurado que los organizadores de la cumbre están muy sorprendidos de que los obispos españoles no se hayan reunido con ellos.

   "Están muy sorprendidos de que la Conferencia Episcopal española no se haya reunido con nosotros, con Juan Cuatrecasas, conmigo y los representantes de la asociación Infancia robada. Yo les he explicado que a mí también me ha llamado la atención que el Vaticano me reciba hoy, pero que la Conferencia Episcopal española no se haya reunido conmigo, y no solo eso, sino que el presidente se haya encontrado ayer con el abad de Monserrat, quien encubrió mi caso", ha recalcado.

   Hurtado ha explicado que ha trasladado a los responsables vaticanos que "van a tener que hacer mucho trabajo en España para hacer limpieza". "Porque los obispos no es que no avancen, van en dirección contraria", ha criticado ante los periodistas tras la reunión, que tuvo lugar en el Instituto Maria Bambina y en la que no ha participó el papa.

PIDEN UNA "ACCIÓN GLOBAL CREÍBLE"

   En todo caso, ha precisado que el fenómeno de los abusos sexuales en el seno de la Iglesia es "una pandemia global". "No es de unos países en concreto. Se necesita un plan de acción global creíble, con un calendario claro, con medidas y con un régimen sancionador para los obispos que no las cumplan", ha subrayado.

   También ha apuntado que si la Iglesia hubiera tomado medidas hace 30 años, cuando se tuvieron los primeros indicios de lo que estaba pasando, "algunas víctimas", entre ellas él mismo, "no habrían sufrido abusos". En la misma línea, asegura que "no van a tolerar" que algo parecido vuelva a pasar a futuras generaciones en Asia, África o América Latina.

   Las víctimas también han pedido que el papa se reúna en algún momento con activistas porque, según ha explicado Hurtado, no son enemigos sino aliados. "El papa se va a encontrar mucha oposición a este cambio y va a necesitar a los activistas", ha asegurado.

   En este sentido, se les ha trasladado por parte de los organizadores que todas las cuestiones siguen en estudio, tal y como ha comentado al término del encuentro. "Lo van hablar el lunes, después de la reunión, y van a implantar una comisión de seguimiento para que no sea una cumbre aislada y se monitoricen las medidas", ha avanzado.

ELIMINAR LA PRESCRIPCIÓN Y EL SECRETO DE CONFESIÓN

   En cuanto a los desacuerdos, ha destacado una diferencia entre víctimas y responsables vaticanos. "La iglesia cree que lo que hay que hacer es aplicar la ley. Entienden que la ley canónica y la ley civil ya funciona, pero nosotros defendemos que esto es insuficiente. Hacen falta cambios como la eliminación de la prescripción en este tipo de delitos", ha defendido.

   En este sentido, ha pedido una reforma de la ley canónica que incluya la eliminación del secreto pontificio. "Hay que eliminar la clasificación de 'top secret' de las investigaciones internas en los casos de pederastia, se tiene que establecer tolerancia 0, no solo en Estados Unidos sino en el resto del mundo", ha dicho.

   "Si tocas un niño una vez te vas a la calle. No queremos sacerdotes pederastas en Estados Unidos, Irlanda o Chile pero tampoco en España, Asia, África, Asia o América Latina", ha concluido.

PROTESTAS EN SAN PEDRO

   De forma paralela a esta reunión privada, varias asociaciones de víctimas, desplazadas a Roma para seguir en directo la cumbre sobre pederastia convocada por el papa, han protestado en la plaza de San Pedro por no haber podido participar en la reunión previa con los organizadores y coordinadores del encuentro.

   Peter Sanders, víctima de un sacerdote australiano y activista antipederastia, se ha lamentado de que no les hayan dejado pasar. "No nos han dejado entrar, no nos han dado ninguna explicación, y ningún criterio de elección de los que sí lo han hecho. En la práctica, los coordinadores del encuentro con presidentes de las conferencias episcopales han elegido hablar sólo con ciertas víctimas y no con otras. Pero deben entender que nuestra organización representa a más de 22 países", ha declarado a los periodistas.

   Sanders formó parte de la Comisión para la Protección de Menores instituida por el papa pero dimitió de su cargo alegando supuestas resistencias por parte de la Curia de Roma.

   El sacerdote Federico Lombardi, uno de los coordinadores del evento en el Vaticano señaló este lunes que el comité organizador se reuniría con un pequeño grupo representante de víctimas. "Serán unas diez personas con las que nos reuniremos al margen de los encuentros en el Vaticano para sondear sus opiniones y expectativas ante este momento tan importante para la Iglesia católica", indicó Lombardi.

   El exportavoz del Vaticano indicó que no podían acoger todas las peticiones para estar presente en el encuentro, pero se comprometió a acoger sus mensajes por escrito para que su posición de alguna manera esté presente en los encuentros.

   La cumbre que reunirá a 190 participantes, entre presidentes de todas las Conferencias Episcopales del mundo, religiosos y otros expertos comienza este jueves y se concluirá con un discurso de Francisco el domingo.

   El papa no ha participado en el encuentro de este miércoles pero sí h ha saludado y besado la mano del polaco Marek Lisinski, víctima de abusos, en un breve contacto que se ha producido tras la audiencia general en el Aula Pablo VI del Vaticano, justo un día antes de que comience la cumbre antipederastia convocada por el pontífice.

PARTICIPACIÓN LIMITADA DE VÍCTIMAS EN LA CUMBRE

   La participación de las víctimas en la cumbre será limitada a causa de la breve disponibilidad de tiempo. "Por ese motivo, se ha pedido a los participantes en el encuentro que preparen la reunión escuchando a algunas víctimas en su país de origen. Así podrán percatarse de la gravedad del problema en su propio territorio", recordó en su momento Lombardi.

   Esta previsto que la reunión arranque con la proyección de vídeos con testimonios de cinco víctimas de abusos por parte de sacerdotes o religiosos, y en cada uno de los momentos de oración vespertina, una víctima relatará su experiencia.