MADRID, 14 Dic. (TRENDSmérica) -
Han pasado más de 60 años del primer viaje de Bellur Krishnamachar Sundararaja Iyengar, más conocido como B.K.S. Iyengar, a Europa. Y con su visita, el primer contacto de Occidente con el yoga.
Esta práctica de meditación, muy común en el hinduismo, nació en la India, al igual que B.K.S. Iyengar. Más que un deporte, el yoga no trata solo de cultivar el cuerpo, sino también la mente y el alma. Quizá por eso continúa estando vigente y gana nuevos adeptos cada día.
En el caso de Iyengar, a quien Google le dedica este lunes su 'doodle' ya que cumpliría 97 años, el yoga le salvó la vida.
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Nacido en el seno de una familia pobre en el pequeño pueblo de Bellur (La India) el 14 de diciembre de 1918, la infancia de Iyengar no fue nada fácil.
Durante sus primeros años vivió bajo la amenaza de una epidemia de gripe, lo que le dejó enfermo y débil. Se encontró con la muerte muy de cerca a la temprana edad de nueve años, con el fallecimiento de su padre. Después, los años que seguirían a este acontecimiento estarían marcados por las enfermedades que padeció: malaria, tuberculosis, fiebre tifoidea y malnutrición.
A los 15 años se fue a vivir con su cuñado, el profesor de yoga, curador y académico Sir Tirumalai Krishnamacharya, quien le enseño la práctica de asana, las distintas posturas que tienen como objetivo actuar sobre el cuerpo y la mente.
Su estancia le cambió, y alargó, la vida, por lo que, animado por su cuñado, se mudó a la ciudad de Pune para enseñar yoga y experimentar con nuevas técnicas.
Este fue el primer paso de una carrera que le llevaría hasta Europa, una región que desconocía esta práctica hasta su llegada. Por ello, cuando viajó por primera vez a Occidente, en 1952, le resultaba impensable que el yoga podría alcanzar tal popularidad en otros lugares del mundo.
LA PRÁCTICA QUE SIEMPRE ESTÁ DE MODA.
De acuerdo con un estudio de el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés) y los Centros de Enfermedades y Prevención, cerca del 10 por ciento de los adultos estadounidenses y el tres por ciento de los niños practicaron yoga en el 2012.
Además, otra encuesta de la asociación Sports & Fitness Industry asegura que más de 24 millones de norteamericanos son adeptos a esta práctica.
En este sentido, al menos para Iyengar, podríamos encontrarnos en el inicio del fin de las empresas farmacéuticas. Según declaró el experto en una entrevista con 'Muy interesante' en febrero de 1998, "si todo el mundo practicara yoga, las farmacias tendrían que cerrar".
LO QUE NO SABÍAS SOBRE EL YOGA.
Eso sí, si la filosofía de Iyengar te ha convencido para unirte a esta práctica milenaria, deberías saber que, aunque no se le considera un deporte, las agujetas están más que aseguradas, especialmente para aquellos que no están en forma.
El yoga consiste en una serie de ejercicios de estiramiento o equilibrio que pondrán a prueba la flexibilidad de tu cuerpo. Además, requiere mucha concentración, ya que no debemos olvidar que el objetivo final de una clase de yoga es alcanzar el estado de paz interior a través del ejercicio de la mente y el cuerpo, que se convierten en uno.
Dicho esto, cuando cojas tu esterilla y te dirijas a tu gimnasio más cercano para atreverte con esta práctica, no te sorprendas si te engancha y tampoco si la clase está llena de mujeres porque, al no ser un deporte competitivo, tiene su mayor séquito de fans entre el público femenino.