MADRID, 17 May. (TRENDSmérica) -
Cada vez son mayores las etiquetas sociales de las tribus urbanas que no dejan indiferente a nadie. No se trata de una cuestión de novedad, ya que, la mayoría de estos estilos siempre han estado ahí, sino de catalogar algo viejo como una innovación reveladora.
Está demostrado que con un nombre hipster todo se revaloriza con el tiempo. Ya lo veíamos con los leñadores de toda la vida, que no eran más que eso hasta que un día alguien decidió llamarles 'lumbersexuales'. El término corrió como la pólvora y su estilo dejó de ser desaliñado para convertirse en una tendencia inspiradora que presentaba a los príncipes modernos.
Los últimos en sumarse a este mundo de clasificaciones y etiquetas son los 'muppies', una tribu urbana compuesta de nativos digitales entre 22 y 35 años que, contrariamente, también son amantes de prácticas saludables como el deporte.
Este nuevo término, inventado como todos, hay que agradecérselo a la escritora estadounidense Michelle Miller, que lo presenta en su libro 'The underwriting' de edición para Kindle como distintivo apelativo para los jóvenes que se esfuerzan por conseguir éxito laboral por su propia satisfacción personal.
Etimológicamente, este término inventado surge de la unión entre 'millenial' y 'yuppie', por lo que 'muppies' podría traducirse como jóvenes de clase media bien pagados que trabajan en la ciudad y tienen un estilo que coquetea con el lujo.
Pase lo que pase, el medioambiente está de suerte, ya que unos y otros son conocidos defensores de la naturaleza, el reciclaje y los hábitos de vida saludable. Adoran los productos ecológicos y artesanos y desconectan de la realidad a través del yoga y el 'running'.
CUALIDADES DE UN MUPPIE
A modo de distintivo, los muppies suelen trabajar en lo que les gusta, son solidarios y adictos a las redes sociales. No se preocupan por el futuro y escuchan música alternativa.
El hecho de ser nativos digitales ha propiciado que escucharan el walkman en la guardería, el discman en primaria y el MP3 en secundaria, todos ellos recuerdos de un ayer en el que no les importaba vivir sin un smartphone con el que enterarse de la actualidad por Twitter.
Normalmente, son jóvenes preparados con buena formación y estudios superiores. Por norma general, dominan dos idiomas o más, han estudiado en el extranjero y han hecho cursos específicos o algún máster.
Son tiempos difíciles para el trabajo, pero la mayoría tiene una amplia experiencia profesional en diferentes sectores aburridos y corrientes, ya sea como diseñadores, Dj's, blogueros u organizadores de eventos.
Confían en el tópico de que "el dinero no lo es todo", por lo que disfrutan de las pequeñas cosas de la vida. Una de ellas puede ser un viaje para conocer nuevas culturas y conseguir de paso nuevos seguidores en las redes sociales. Si no está en su Instagram o su Facebook es que no ha sucedido.
Otros de sus hobbies son la fotografía, el cine, la literatura, las manualidades y hasta hacer punto si la ocasión lo requiere. Podrás identificarlos por sus originales accesorios para personalizar sus dispositivos tecnológicos, una de sus perdiciones.
Su indumentaria no termina de definirse, visten ropa de marca pero no siguen unas tendencias más allá de su estilo informal. Comprarían antes unos jeans de última moda que un traje de chaqueta.
Podría ser que los días del hipster atisben un fin cercano, que no eminente,
en la hegemonía del postureo, las gafas de pasta, el mac de cafetería y las camisas estampadas abrochadas hasta arriba. Pero, otra posibilidad, sería que los
muppies fueran la versión actualizada de los hipsters.