MADRID 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
El doctor Víctor García, del Grupo de Infección Grave del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS-La Fe) del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia, ha señalado que la dana de Valencia generó un escenario epidemiológico "excepcional", con infecciones poco habituales y un repunte de gastroenteritis.
"Pero gracias a la coordinación asistencial y al trabajo de Salud Pública se pudo volver progresivamente a la normalidad", ha indicado García en el marco del 46a Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y 39o Congreso de la Sociedad Andaluza de Medicina Interna (SADEMI) que tendrá lugar en Córdoba del 26 al 28 de noviembre.
Así, el experto ha explicado que, durante los primeros momentos de la dana, las infecciones más habituales fueron las de piel y partes blandas, originadas en heridas y cortes expuestos al agua contaminada y a los residuos arrastrados por las inundaciones. Muchas de ellas se trataban de infecciones poco comunes en la práctica habitual, a menudo polimicrobianas (causadas por múltiples microorganismos) y por bacterias del agua dulce o del intestino humano y animal, como especies atípicas de 'Proteus', 'Pseudomonas' o las agresivas 'Aeromonas', junto con algunos casos de bacterias resistentes a los antibióticos, pero adquiridas en el entorno natural sin antecedentes de exposición antibiótica conocida.
"Por ejemplo, en los tres meses posteriores se atendió a 108 pacientes con heridas sospechosas de infección, de los cuales un 26 por ciento presentó celulitis en la primera valoración. Se aislaron hasta 18 especies diferentes, lo que permitió definir protocolos precoces y multidisciplinares para optimizar el manejo, tanto en antibióticos como en intervenciones quirúrgicas", ha añadido García.
Según el experto, a medio plazo, aunque las infecciones de heridas continuaron siendo un problema, especialmente durante las labores de voluntariado y limpieza, el foco se desplazó hacia las infecciones gastrointestinales, con un aumento de gastroenteritis bacterianas en las zonas más afectadas.
El Hospital La Fe puso en marcha un registro específico de infecciones de heridas asociadas a la dana, con colaboración entre Enfermedades Infecciosas, Cirugía Ortopédica y Traumatología, Cirugía Plástica y Microbiología. Durante los tres meses posteriores se atendió a más de un centenar de pacientes.
Durante los tres meses posteriores se atendió a más de un centenar de pacientes. Los resultados confirman un patrón característico: bacterias propias del agua dulce y de origen entérico (más del 70% de los aislamientos), infecciones polimicrobianas y necesidad de un abordaje quirúrgico y antibiótico complejo, aunque con incidencia de casos graves menor de la esperada. La tasa de ingreso hospitalario fue del 13,9 por ciento, y el 86,7 por ciento de ellos requirió cirugía. La mortalidad fue mínima (un solo caso) y la evolución de la mayoría de los pacientes fue favorable.
El análisis permitió identificar carencias en la actuación inicial, como el uso de antibióticos empíricos sin cultivo previo que no cubrían bacterias típicas del agua dulce. Asimismo, se elaboraron protocolos y guías de actuación para mejorar futuras respuestas a catástrofes similares.
En paralelo, un estudio nacional analizó el riesgo infeccioso a escala ambiental, recogiendo muestras de agua, barro y suelos. Se identificó una amplia diversidad de patógenos y vectores, generando un modelo de referencia 'One Health', que integra salud humana, ambiental y animal, y que, según los expertos, será clave para anticipar y afrontar las amenazas infecciosas derivadas del cambio climático.