Publicado 28/10/2019 11:10

Encuentran células relacionadas con la DMAE

   MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -

   La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una de las principales causas de ceguera en los ancianos, ya que provoca la pérdida progresiva de la visión central. Los estudios de todo el genoma han identificado casi tres docenas de genes que juegan un papel en la enfermedad, pero no se conocía exactamente en qué parte del ojo causan daño.

   Investigadores de la Universidad de Yale, el Instituto Broad del Instituto de Tecnología de Massachusetts y la Universidad de Harvard informan en la revista 'Nature Communications' que las células gliales (o células de soporte) y las células vasculares tienen la tarea de proporcionar sangre a la retina como así como las células cónicas contribuyen a la degeneración de la mácula, en la parte central de la retina.

   "Este estudio ayuda a identificar los tipos de células que pueden investigarse de cerca para desarrollar nuevos tipos de terapias", explica el coautor principal Brian Hafler, profesor asistente de oftalmología y ciencias visuales y de patología en Yale.

   Hay un número limitado de tratamientos efectivos a largo plazo disponibles para las dos formas de degeneración macular. La forma húmeda es causada por el crecimiento de vasos sanguíneos anormales debajo de la mácula, que pueden mitigarse mediante inyecciones regulares en el ojo.

   Además de los suplementos de vitaminas para los ojos, no existe un tratamiento para la forma seca de la enfermedad, que se caracteriza por la acumulación de depósitos amarillos llamados drusas en la mácula. Si bien los tratamientos actuales brindan algunos beneficios, con el tiempo puede haber una pérdida de visión continua y progresiva en ambas formas de la enfermedad.

   Si bien los genes asociados con el riesgo de desarrollar degeneración macular habían sido identificados, el equipo de investigadores utilizó una nueva secuencia de células individuales para generar el primer atlas retiniano humano completo y empleó tecnología de análisis de datos para localizar sus efectos en tipos de células específicos asociados con la enfermedad.

   Si bien encontraron genes de riesgo asociados con conos, la clave del tipo de célula para la visión central, los investigadores también encontraron una asociación con las células gliales y vasculares, proporcionando posibles objetivos para nuevas terapias para mejorar y restaurar la visión.