Publicado 26/12/2019 13:41

5 falsos mitos de la cirujía estética

La cirugía preventiva y en adolescentes son los nuevos falsos mitos de la cirugí
La cirugía preventiva y en adolescentes son los nuevos falsos mitos de la cirugí - WIN MCNAMEE - Archivo

MADRID, 26 Dic. (EUROPA PRESS) -

La cirugía preventiva, la intervención de adolescentes, la realización de cirugías inspiradas en operaciones de famosos o la cirugía múltiple son algunos de los falsos mitos existentes en torno a los profesionales de la cirugía estética, que han sido desmentidos por el cirujano del Hospital Virgen de la Paloma, Moisés Martín Anaya.

El primer nuevo falso mito es la llamada cirugía preventiva. Esta pretendida realidad es absolutamente falsa, según ha aclarado Moisés Martín Anaya, que ha afirmado que no existe una operación para evitar el envejecimiento, sino para corregirlo. El lifting facial no se puede realizar antes de que aparezcan las arrugas o de que se produzca la pérdida de volumen. En medicina estética, sin embargo, algunos tratamientos en la piel sí resultan eficaces en este sentido.

Otra mentira extendida es la de que en algunas familias se regalan operaciones de cirugía estética en cumpleaños, puestas de largo y mayorías de edad. Esto es falso, según ha desmentido el doctor Martín Anaya, que ha recordado que la cirugía estética es un procedimiento serio, no exento de riesgos, como otra intervención realizada en quirófano y bajo anestesia. Por ello, los profesionales de la estética actúan bajo criterios éticos y con todo el rigor médico en cuanto a la protección de la salud de sus pacientes. "La cirugía no es un regalo", ha expresado.

En relación con este falso mito se encuentra la creencia de que los cirujanos operan con regularidad a adolescentes, algo que no es cierto ningún caso, ya que se precisa la mayoría de edad y/o el consentimiento de padres o en su caso tutores para poder operarse, por ejemplo, del pecho, la nariz o las orejas.

Este último caso sí es más común ya que suscita muchos complejos en niños y jóvenes, pero se acomete tras un exhaustivo análisis de la situación y con la supervisión de un psicólogo. "El mismo proceso debería pasar una chica de dieciséis años, por ejemplo, que viva angustiada por no tener pecho o por tenerlo muy grande", ha explicado el cirujano.

La imagen frívola de estos profesionales procede en gran medida de su relación con el universo de la imagen y la fama. Es aquí donde se les asocia con presuntos pacientes que acuden a sus clínicas para pedir la nariz, boca o pecho de una determinada actriz, modelo o presentadora. Esto, ha aclarado Martín Anaya, puede suceder, pero de forma aislada. No es lo común y tampoco lo aceptan los doctores, ya que en cirugía estética, afirma, "no se juega a los recortables". Es decir, el rostro tiene una armonía global en la que cada parte juega su papel y en ese conjunto no se ponen rasgos de otros.

CUANDO LAS CIRUGÍAS ESCONDEN UN PROBLEMA MÁS GRAVE

También se niegan a la intervención cuando alguien se ha operado varias veces con buen resultado e insiste en reoperarse en esa misma zona o comienza a pedir otro tipo de intervenciones, también plásticas. En este punto, los cirujanos estéticos están preparados, según su criterio ético, para detener un círculo vicioso que a veces nada tiene que ver con la propia cirugía sino con trastornos de la personalidad o con estados depresivos.

La preocupación por la imagen, que incluye defectos imaginarios y descontento con la propia apariencia llevados al límite, se denomina dismorfofobia. Este término se viene asociando en los últimos años a las redes sociales y las aplicaciones que permiten jugar con la apariencia, como los filtros de Instagram o el ya desaparecido Snapchat.

Para el experto, aún es pronto para conocer como influirán en la percepción de la propia imagen estos juegos. Sí se sabe, sin embargo, que los selfies han aumentado la preocupación por la apariencia, pero, matiza, no hasta el punto de influir decisivamente en la demanda de cirugías plásticas.