MADRID 7 May. (EUROPA PRESS) -
Varios equipos del CIBER-BBN y CIBERES, en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Polímeros (ICTP) y el Instituto de Química Médica (IQM), ambos centros del CSIC, han desarrollado un innovador sistema inyectable para el tratamiento localizado de la artritis reumatoide.
El trabajo, publicado en la revista 'Carbohydrate Polymers', presenta un sistema basado en una formulación biomimética compuesta por ácido hialurónico funcionalizado con grupos aldehído (AHA) y O-carboximetilquitosano (OCC), que permite una liberación controlada de agentes terapéuticos mostrando alta biocompatibilidad y capacidad de visualizarse mediante tomografía por emisión de positrones (PET).
El diseño de esta formulación inyectable, de rápida gelificación y adaptabilidad, permite administrar de manera controlada agentes antiinflamatorios, antioxidantes y proregenerativos, como los nanocomplejos de metotrexato de estroncio (SrMTX) y de ácido tánico y europio (EuTA NC), que han mostrado ser efectivos en modelos in vitro de enfermedades esqueléticas, incluyendo la artritis reumatoide y condiciones osteopénicas.
Estos nanocomplejos "tienen la capacidad de actuar tanto sobre los condrocitos articulares como sobre células del sistema inmune, como los macrófagos, modulando su activación inflamatoria y favoreciendo respuestas proregenerativas", ha señalado el primer firmante del estudio e investigador del ICTP y el CIBER-BBN, Daniel Fernández-Villa.
"Uno de los aspectos más innovadores de esta formulación es su capacidad para visualizarse mediante PET. Gracias al radiomarcaje de EuTA NC con el isótopo 68Ga, hemos demostrado que la formulación desarrollada puede ser fácilmente monitorizada durante su aplicación, lo que permite un control más preciso del tratamiento. Además, presenta un diseño fácilmente modulable y un gran potencial para su aplicación en terapias personalizadas y mínimamente invasivas", ha explicado el investigador CIBER-BBN en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Polímeros (ICTP) del CSIC, Luis Rojo.
Los autores apuntan a que "este avance podría revolucionar el tratamiento de la artritis reumatoide y otras enfermedades articulares, proporcionando nuevas herramientas en medicina regenerativa".