MADRID 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
La vocal de la Asociación Española de Enfermería en Cuidados Paliativos (AECPAL) de la Comunidad Valenciana María Teresa Gea Soriano ha afirmado este miércoles que las enfermeras tienen un papel "fundamental" a la hora de garantizar el bienestar y la calidad de vida de los pacientes con demencia.
"Nuestro trabajo se centra en acompañar a la persona y a sus seres queridos durante todo el proceso, siendo soporte y apoyo en cada pérdida, en cada situación y en cada toma de decisiones, sobre todo en la última etapa de la enfermedad, donde nuestros objetivos irán únicamente encaminados al bienestar de la persona", ha explicado Gea Soriano durante un seminario web organizado por la Confederación Española de Alzheimer y Otras Demencias (CEAFA) y SECPAL.
Gea Soriano, también miembro de la junta directiva de la Sociedad Valenciana de Medicina Paliativa, ha resaltado que los cuidados de enfermería deben basarse en un enfoque centrado en la persona "con valores, creencias, deseos y preferencias que deben ser respetadas", y no tanto como un enfermo.
"La toma de decisiones compartida, el respeto a las preferencias del paciente y el acompañamiento continuo son pilares esenciales del cuidado enfermero en demencias, cuyo objetivo último es proteger la dignidad, aliviar el sufrimiento y ofrecer un soporte humano, técnico y emocional de calidad", ha añadido.
Durante su intervención ha hablado igualmente sobre la importancia de diseñar un plan de cuidados individualizado, de forma que se ajuste a las distintas fases de la enfermedad; mientras que en las fases leves o moderadas se debe intentar ralentizar su evolución, en aquellas más avanzadas ha recomendado priorizar el bienestar y la calidad de vida del paciente.
"La calidad es más importante que la cantidad (...) El cuidado debe adaptarse a las necesidades reales de la persona y su familia, en un entorno seguro y deseado", ha insistido, tras lo que ha recomendado que los cuidados no solo abarquen los aspectos físicos, emocionales y sociales del paciente, sino que deben extenderse al entorno de la persona afectada.
Por otro lado, ha señalado que cuando se dan trastornos de la alimentación son comunes tanto la disfagia como la pérdida de peso, motivo por lo que es "clave" realizar una adaptación de la dieta, así como una transformación del momento de la ingesta en una experiencia "tranquila y placentera".
Para la higiene y el cuidado de la piel, Gea Soriano ha aconsejado promover la autonomía en el aseo personal, incluyendo el cuidado de la hidratación y la inspección de la piel para prevenir complicaciones.
La enfermera ha expresado que es importante ayudar al paciente a establecer rutinas de sueño y descanso, identificando alteraciones e interviniendo con estrategias no farmacológicas; de hecho, ha recomendado prescribir "lo estrictamente necesario" y evitar tratamientos "desproporcionados" o "innecesarios".
Asimismo, ha instado a acondicionar el entorno del hogar para prevenir caídas, por lo que también ha considerado conveniente valorar el uso de sujeciones, aunque siempre desde "el respeto a la dignidad" de la persona.
La enfermera ha hablado sobre el papel de las personas cuidadoras, destacando que cuidar de estas equivale a cuidar del paciente, y es que "la familia es el principal agente de cuidados y también necesita apoyo, orientación y reconocimiento".
Por último, ha recalcado que sus familiares deben sentirse "visibilizados" y "cuidados", pues la incertidumbre, la carga emocional y física, y el riesgo de claudicación familiar hacen "imprescindible" un acompañamiento activo por parte del equipo de enfermería y del resto de profesionales implicados.