MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
La reunión del Consejo de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores (EPSCO) ha aprobado las 'Conclusiones del Consejo sobre la salud mental', un documento que proporciona a los Estados miembros una base para desarrollar un nuevo enfoque de la salud mental que sea global, que promueva y proteja el bienestar y que esté basado en la prevención, así como que esté orientado a múltiples partes interesadas.
La ministra de Sanidad, Mónica García, quien ha presidido el Consejo EPSCO, con motivo de la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea, se ha mostrado especialmente orgullosa de que en la sesión de este jueves, a propuesta de la Presidencia española, se hayan aprobado las conclusiones sobre salud mental después de muchos meses de trabajo conjunto con la Comisión y con las delegaciones.
"Uno de los desafíos y de los retos más importantes en estos tiempos de policrisis que es la prevención de los problemas de salud mental, no sólo la salud sino también el trabajo, la educación y la digitalización como los determinantes sociales de la salud que tanto impactan", ha afirmado García.
En sus Conclusiones, el Consejo destaca la importancia de abordar la salud mental y el bienestar en los diferentes contextos a lo largo de la vida, lo que beneficia tanto a las personas como a las sociedades. Reconoce el papel beneficioso que desempeñan las comunidades, las escuelas, el deporte y la cultura en el fortalecimiento de la salud mental y el bienestar mental a lo largo de toda la vida.
En las Conclusiones se invita a los Estados miembros a elaborar planes de acción o estrategias con un enfoque intersectorial de la salud mental, que además de abordar la salud incluya el empleo, la educación, la digitalización y la inteligencia artificial, la cultura, el medio ambiente y los factores climáticos, entre otras cosas.
Las acciones propuestas tienen por objeto prevenir y combatir los problemas de salud mental y la discriminación, al tiempo que promueven el bienestar. Se invita a los Estados miembros a garantizar el acceso a una atención oportuna, eficaz y segura en materia de salud mental, así como a actuar en un amplio espectro de ámbitos, sectores y edades.
Entre otro aspectos, se espera abordar la detección precoz y la sensibilización en los centros educativos y entre los jóvenes; la lucha contra la soledad, la autolesión y los comportamientos suicidas; la gestión de los riesgos psicosociales en el trabajo, prestando especial atención a los profesionales de la salud; a reintegración social y laboral tras la recuperación para evitar recaídas; medidas contra la estigmatización de la salud mental, la incitación al odio y la violencia de género; y el uso de la lucha contra la discriminación como herramienta de prevención, haciendo hincapié en los grupos vulnerables.
En las Conclusiones se anima a los Estados miembros y a la Comisión a que continúen avanzando hacia un enfoque global de la salud mental y mantenga esta cuestión en la agenda internacional. Ello incluye la cooperación y la coordinación entre los Estados miembros de la UE y la Comisión, por ejemplo el intercambio de buenas prácticas y la promoción de oportunidades de financiación de la UE en el ámbito de la salud mental, así como la elaboración de medidas y recomendaciones y el seguimiento de los avances.