Publicado 28/11/2024 13:33

Infosalus.- Implementar planes personalizados y multimodales podría ayudar a prevenir la demencia en personas con mayor riesgo

Archivo - Resonancia magnética del cerebro.
Archivo - Resonancia magnética del cerebro. - ISTOCK - Archivo

MADRID 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

El investigador y neurólogo especializado en trastornos cognitivos en el BarcelonaBeta Brain Research Center (BBRC) y en el Servicio de Neurología del Hospital del Mar, Oriol Grau-Rivera, ha señalado que implementar planes personalizados y multimodales podría ayudar a prevenir la demencia en personas con mayor riesgo de desarrollar deterioro cognitivo o que acuden a consulta con quejas subjetivas.

El especialista ha explicado este jueves en el webinar 'Importancia de la prevención del deterioro cognitivo', organizado por la Confederación Española de Alzheimer y otras Demencias (CEAFA) en el marco del ciclo de conferencias 'Entornos amigables y solidarios con las demencias', que actuar sobre múltiples factores de riesgo al mismo tiempo y de manera personalizada, lo que se denomina intervención multidominio, tiene "más probabilidad de éxito" en la prevención de la demencia que trabajar únicamente sobre uno de los factores.

El neurólogo ha advertido que la demencia "será una de las mayores amenazas para nuestra sociedad en las próximas décadas". Según ha comentado, cada tres segundos una persona en el mundo desarrolla demencia y, en la actualidad, hay más de 50 millones de personas que sufren este deterioro cognitivo. Asimismo, ha alertado de que, para 2050, la prevision es que el número de personas con demencia pueda incrementarse hasta los 130 millones en todo el mundo.

A pesar de estas dramáticas cifras, Grau-Rivera ha destacado que en aquellos países donde se están realizando políticas de prevención y salud pública para actuar sobre algunos de los factores de riesgo conocidos de la demencia la incidencia está disminuyendo, y es que hasta un 45 por ciento del riesgo de desarrollar demencia se relaciona con factores potencialmente modificables.

En este punto, ha detallado que existen factores de riesgo, como son la edad, el sexo y la genética, que no pueden modificarse, pero que hay otros sobre los que sí se pueden iniciar acciones de manera preventiva para tratar de cambiarlos. En total, están identificados 14 factores modificables, que son el bajo nivel educativo, la pérdida de audición, los niveles elevados de colesterol, la depresión, los traumatismos craneales, el sedentarismo, la diabetes, el tabaquismo, la hipertensión, la obesidad, el consumo excesivo de alcohol, el aislamiento social, la polución ambiental y la pérdida de visión.

Según ha resaltado, "el tamaño del efecto de la actuación sobre uno de estos factores de riesgo seguramente será modesto", por lo que ha instado a llevar a cabo "intervenciones multidominio", que no se focalizan en un único factor de riesgo, sino que actúan simultáneamente sobre varios de ellos para maximizar el efecto beneficioso.

A este respecto, ha presentado algunos de los estudios que se han realizado aplicando esta metodología. El "más exitoso" hasta la fecha, según el investigador, es el estudio 'Finger' llevado a cabo en Finlandia y publicado en 2015. Esta investigación se hizo sobre una muestra de 1.200 personas de entre 60 y 77 años cognitivamente sanas, pero que tenían un riesgo aumentado de desarrollo de demencia debido, principalmente, a factores de riesgo cardiovascular.

"A estas personas se les ofreció un programa intensivo para mejorar su patrón de dieta, para mejorar también su actividad física, hacer entrenamiento cognitivo y actividades sociales", ha explicado Grau-Rivera. Este grupo intervenido obtuvo una mejora de su rendimiento cognitivo superior a la que tuvieron quienes pertenecían al grupo de control, a los que únicamente se ofreció unos consejos generales de salud.

Otros estudios similares que se han desarrollado en Francia o en Holanda han tenido un menor éxito, pero han permitido dilucidar que esta estrategia multimodal debe implementarse en personas con riesgo de demencia o Alzheimer y no tanto en la población general.

Asimismo, el investigador del BarcelonaBeta Brain Research Centre ha señalado que este centro está liderando una investigación, en colaboración con el Instituto de Investigación del Hospital del Mar, que combina una intervención multimodal enfocada en dieta, ejercicio, estimulación cognitiva y social, junto con un derivado del té verde, que había mostrado ciertos beneficios cognitivos. Según ha apuntado, aunque los resultados aún no están publicados, el estudio abre la puerta a que este tipo de combinaciones se empleen en la práctica clínica en un futuro.

PERSPECTIVAS DE FUTURO Y SITUACIÓN EN ESPAÑA

El profesional ha señalado algunos retos que quedan por afrontar en este ámbito. Así, ha apuntado que hay personas cognitivamente sanas que acuden a consulta médica porque "notan algunos cambios o están preocupadas porque su padre o su madre desarrolló Alzheimer" y piensan que están en riesgo de padecerlo también. A estas personas se les realizan pruebas de memoria y si se ven resultados "normales", se les "da el alta" o, en algunos casos, se les vuelve a citar dentro de uno o dos años.

"Pero no se les ofrece ninguna estimación, no se les da ninguna información más precisa sobre cuál es su riesgo de demencia, no se les ofrecen planes o estrategias para reducir este riesgo de demencia, con lo cual, aquí hay una importante laguna de conocimiento", ha subrayado Grau-Rivera.

En este sentido, ha explicado que hay un grupo de trabajo a nivel europeo que está trabajando en un concepto de centros o servicios de salud cerebral que cumplan con la función de prevención, que establezcan cuál es el riesgo de desarrollo de demencia de forma individual y elaboren una estrategia personalizada en base a este nivel de riesgo para focalizarse en los factores de riesgo modificables y promover la estimulación cognitiva.

Respecto a la situación concreta de España en la implementación de iniciativas de prevención y en la promoción de estilos de vida saludables, Grau-Rivera ha reconocido que "falta mucho trabajo" por hacer porque "no hay todavía iniciativas bien organizadas" y se necesita trabajar en atención integral y en la colaboración entre centros especializados y Atención Primaria.

"Esto creo que se ha hecho muy bien en el campo cardiovascular, de la hipertensión, de la diabetes, también en el campo del cáncer con los programas de cribaje, cáncer de mama, cáncer de próstata, cáncer de colon...con lo cual yo creo que todavía hay mucho por hacer, pero se puede hacer porque se ha hecho", ha asegurado.

A pesar de todo, ha destacado que, gracias a las nuevas herramientas y tratamientos que van apareciendo, cada vez se trabajará y se tomará más en serio la prevención del deterioro cognitivo.

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