Publicado 20/08/2025 11:43

SEPAR advierte de que niños, ancianos y embarazadas son los más vulnerables a la exposición del humo de los incendios

Un helicóptero colabora en las labores de extinción del incendio, a 19 de agosto de 2025, en Quiroga, Lugo, Galicia (España). El fuego amenaza la sierra de O Courel en su avance desde la localidad lucense de Quiroga lo que ha alertado a los vecinos de la
Un helicóptero colabora en las labores de extinción del incendio, a 19 de agosto de 2025, en Quiroga, Lugo, Galicia (España). El fuego amenaza la sierra de O Courel en su avance desde la localidad lucense de Quiroga lo que ha alertado a los vecinos de la - Carlos Castro - Europa Press

MADRID 20 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) alerta a la población sobre los riesgos para la salud asociados a la exposición al humo y recuerda que los colectivos más vulnerables son los niños, las personas mayores, las mujeres embarazadas y los pacientes con enfermedades respiratorias o cardiovasculares.

Así, la sociedad muestra su preocupación ante los incendios forestales que afectan estos días a Ourense, León y Zamora, entre otras zonas de la península, y que están provocando las mayores emisiones de carbono registradas en España desde al menos 2003, situando al país en una situación "especialmente grave".

El humo de los incendios contiene partículas finas (PM2.5), gases irritantes como monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles, así como otras sustancias tóxicas. La exposición a estos contaminantes puede causar efectos agudos que van desde la irritación ocular, nasal y de garganta, la tos o la dificultad para respirar, hasta crisis de asma, broncoespasmos severos, infecciones respiratorias o descompensaciones en pacientes con enfermedad respiratoria crónica.

Además, se ha comprobado que en personas vulnerables puede aumentar la mortalidad cardiovascular y respiratoria. Incluso los individuos sin patologías previas pueden experimentar disminución de la función pulmonar o dolor torácico como consecuencia del contacto con el humo.

Los niños constituyen un grupo de especial riesgo porque su sistema respiratorio aún es inmaduro y, al respirar más aire por kilo de peso que los adultos, inhalan proporcionalmente una mayor cantidad de contaminantes. En el caso de las personas mayores, su sistema inmune y respiratorio se encuentra más debilitado, lo que dificulta la capacidad de respuesta frente a la agresión de las partículas y gases presentes en el humo. Por su parte, en las mujeres embarazadas la exposición al humo se ha asociado con un mayor riesgo de parto pretérmino y de que el bebé nazca con bajo peso, lo que refuerza la necesidad de extremar la prevención en este grupo.

"Queremos insistir en que la prevención es fundamental: evitar la exposición al humo siempre que sea posible y seguir las medidas de protección puede marcar la diferencia, sobre todo en los colectivos más vulnerables", explica el neumólogo experto en neumología ambiental y miembro de SEPAR, el doctor Javier de Miguel.

RECOMENDACIONES DE SEPAR ANTE LA EXPOSICIÓN AL HUMO

Entre las principales recomendaciones de SEPAR se encuentra permanecer en interiores con ventanas y puertas cerradas para reducir la exposición, utilizar sistemas de filtración de aire como el aire acondicionado en modo recirculación o purificadores con filtros HEPA y, en caso de tener que salir al exterior, usar mascarillas N95 o FFP2, ya que las quirúrgicas no filtran las partículas más finas. No obstante, incluso estas mascarillas "no garantizan una protección total frente al humo, por lo que es fundamental extremar las precauciones".

Asimismo, se recomienda mantener una adecuada hidratación para proteger las vías respiratorias y evitar la actividad física al aire libre, ya que el esfuerzo incrementa la inhalación de contaminantes. Esto debe mantenerse incluso durante los días posteriores a la extinción de los incendios, puesto que las partículas en suspensión permanecen en el aire y siguen representando un riesgo para la salud.

Para las personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares, SEPAR recomienda no suspender bajo ningún concepto la medicación de base, mantener siempre a mano la medicación de rescate, como inhaladores de salbutamol, y vigilar de cerca la aparición de síntomas como tos, sibilancias o dificultad respiratoria. Cuando esté indicado, es útil realizar controles con el medidor de flujo espiratorio máximo. También, aconsejan evitar los desplazamientos a zonas con humo y, si fuera necesario, acudir a centros de evacuación preparados con sistemas de filtración de aire.

En cuanto a la actuación frente a síntomas derivados de la exposición, los especialistas recuerdan que, en los casos leves, como tos, irritación ocular o de garganta, es suficiente alejarse de la zona contaminada, descansar en un ambiente limpio y mantenerse hidratado. Si los síntomas son moderados, como disnea leve, sibilancias o dolor torácico ligero, debe utilizarse la medicación de rescate en caso de tenerla prescrita y consultar lo antes posible a un servicio de salud. Por el contrario, en los casos graves, con dificultad intensa para respirar, opresión torácica, confusión o coloración azulada en labios y piel, es imprescindible acudir de inmediato a un servicio de urgencias o llamar a emergencias.

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