MADRID 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un sistema de reconocimiento facial basado en inteligencia artificial podría detectar la acromegalia mediante el análisis de fotografías faciales, según los resultados de un estudio dirigido por Manel Puig-Domingo, miembro de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
En el marco del Día Mundial de la acromegalia, que se celebra cada 1 de noviembre, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), incide en la importancia del diagnóstico precoz para el adecuado abordaje de la enfermedad, ya que la identificación de esta patología puede demorarse hasta diez años.
La acromegalia es una patología catalogada como enfermedad rara, cuya incidencia es baja: se producen entre 6 y 10 nuevos casos por millón de habitantes al año, "lo que da lugar a una prevalencia que está en torno a las 50 personas por 100.000 habitantes", ha señalado Puig-Domingo.
En cuanto al perfil del paciente, suele ser una persona de entre 45 y 60 años en la que, en el transcurso de la existencia de la enfermedad, le cambia la cara tan lentamente que es difícil detectarlo, incluso para los profesionales sanitarios, hasta que los cambios son tan evidentes que derivan en el diagnóstico.
La acromegalia se produce, en más de un 95 por ciento de los casos, por un tumor hipofisario benigno pero que secreta hormona de crecimiento de forma continua y excesiva, lo que provoca un agrandamiento gradual de distintos tejidos y órganos a lo largo de los años, así como múltiples comorbilidades.
En este sentido, el facultativo subraya que "la inteligencia artificial (IA) contribuye, en gran medida, a diagnosticar la enfermedad de manera precoz mediante la construcción de softwares de reconocimiento de los aspectos que modifican los rasgos faciales de estas personas".
PRECISIÓN DEL 93 POR CIENTO
El estudio, publicado en la revista 'Pituitary', ha conseguido generar algoritmos de IA y aprendizaje automático que pueden suponer un cambio revolucionario para el diagnóstico precoz de la acromegalia, a través de un sistema de reconocimiento facial.
El software generado, que recibe el nombre de 'AcroFace' y que ha sido preparado por la 'spin-off' de la Universitat Rovira i Virgili Upsmart, podría identificar la enfermedad en estadios precoces a través de la evaluación de fotografías faciales. El sistema analiza características visuales (aspecto del rostro: textura, apariencia) y características geométricas (las medidas y distancias entre puntos de referencia faciales como los ojos, la nariz y la mandíbula).
El programa 'AcroFace' ha identificado correctamente a las personas con acromegalia con una precisión del 93 por ciento, lo que supone una mejora en relación a estudios con imágenes computacionales realizados anteriormente.
Para Puig-Domingo, miembro del Área de Neuroendocrinología de la SEEN, director de Endocrinología del Germans Trias, catedrático de la Universitat Autònoma de Barcelona, el objetivo de la implementación de la IA para la identificación de la acromegalia es "reducir el tiempo del diagnóstico con el fin de evitar el desarrollo de complicaciones, transformar la acromegalia en una patología de detección temprana sin comorbilidades y servir de modelo para otras enfermedades raras con características faciales específicas".
Además, Puig-Domingo y su equipo están llevando a cabo un estudio en la población general en el que se han analizado a 4.000 personas, a través del sistema 'ACROFACE', como programa de detección de acromegalia a nivel de población general.
Además de estos cambios externos, propios de la enfermedad, la SEEN destaca que se producen una serie de alteraciones internas como el crecimiento de distintos órganos, entre ellos el corazón, con la posibilidad de que se produzca insuficiencia cardíaca, hipertensión arterial, diabetes, diferentes tumores, sobre todo de colon, o afectación articular severa que puede acabar produciendo la necesidad de tener que realizar recambios protésicos por una artrosis bastante evolucionada, lo que provoca un gran impacto en la calidad de vida.