Publicado 23/08/2019 11:41

Los niveles elevados de succinato, principal causa de infecciones en pacientes con fibrosis quística

Los niveles de succinato en los pulmones de pacientes con fibrosis quística favo
Los niveles de succinato en los pulmones de pacientes con fibrosis quística favo - GETTY IMAGES / KLH49 - Archivo

MADRID, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de investigadores del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) han demostrado que la bacteria 'Pseudomonas aeruginosa', un patógeno causante de infecciones crónicas y mortales en pacientes con fibrosis quística, se asienta en los pulmones de estos afectados por los niveles elevados de succinato, un subproducto del metabolismo celular.

El estudio, publicado en 'Science Translational Medicine', ha concluido que esto sugiere que el control del succinato en el pulmón podría ayudar al tratamiento e incluso prevención de estas infecciones.

Los niveles elevados de esta sustancia en los pulmones de los pacientes con fibrosis quística tiene lugar como consecuencia de la interacción entre las proteínas CFTR y PTEN. Para el desarrollo de la investigación, el equipo ha utilizado ratones y células humanas, así han podido observar que el succinato alimentó el crecimiento de 'Pseudomonas aeruginosa' en los pulmones de los animales.

Estas bacterias, una vez que están adaptadas en los pulmones, desvían su metabolismo produciendo una baba extracelular que dificulta su erradicación, por lo que llegan a causar infecciones crónicas, han explicado los investigadores, quienes además han puesto de relieve que estos patógenos suprimen la respuesta inmune, lo que limita la capacidad de control del organismo.

De esta forma, los hallazgos han puesto de relieve que puede ser posible tratar la infección causada por este patógeno restaurando la interacción entre PTEN y CFTR. Actualmente, existen nuevos fármacos y combinaciones para la fibrosis quística que permiten restaurar la interacción entre estas proteínas, disminuyendo la generación de succinato.

Asimismo, los expertos han concluido que limitar la acumulación de esta sustancia puede ayudar a reducir el crecimiento bacteriano y su adaptación.