Publicado 28/10/2019 11:11

Olfato canino para detectar el cáncer

   MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Un proyecto impulsado por la asociación cántabra Biodogtor, en colaboración con el servicio de Oncología del Hospital Universitario Marqués Valdecilla de Santander, investiga la detección del cáncer de pulmón y colon mediante el olor de muestras de aire exhalado por parte de perros entrenados para ello con el objetivo de realizar un diagnóstico más rápido y precoz en estadios muy iniciales de la enfermedad.

   La puesta en práctica de la iniciativa, que lleva por nombre 'La huella olfativa del cáncer', permitiría salvar un mayor número de vidas, dado el aumento de la probabilidad de cura, por lo que "se ahorrarían muchos costes del tratamiento que podrían destinarse a investigación", ha afirmado la etóloga y veterinaria Nuria González, una de las impulsoras de Biodogtor.

   Pese a tener un 97 por ciento de sensibilidad respecto a cualquier otra prueba diagnóstica de hoy en día, tanto la etóloga como el educador y adiestrador canino de Biodogtor, José Luis García, afirman en declaraciones a Europa Press que "en ningún momento" pretenden que sea un "sustituto a ninguna prueba de diagnóstico existente, ni del criterio de un profesional", sino que buscan que sea una "herramienta más de la que dispondría el médico para simplemente establecer una prioridad en aquellos pacientes donde el perro muestra la sensibilidad".

   Así, el doctor "le daría prioridad al paciente cuyo resultado sea positivo para las siguientes pruebas diagnósticas". En este sentido, añaden que, en cuanto al cáncer de colon, por ejemplo, "si el perro emite su señal, el médico podría mandarle una colonoscopia de urgencia".

   Al tratarse simplemente de olfatear muestras de aliento, esta es una técnica "muy sencilla, rápida y no invasiva", apunta la etóloga. Además, añade que otra ventaja es su bajo coste, ya que el perro puede "realizar un examen de 50 muestras en un solo minuto".

   El mecanismo de aprendizaje del perro, según explica el adiestrador del proyecto, consiste en oler muestras de aire exhalado, ya que el cáncer emite una serie de sustancias o compuestos orgánicos volátiles imperceptibles para el ser humano que el perro es capaz de relacionar con el cáncer mediante un previo entrenamiento.

   En este sentido, García detalla que para la investigación han buscado a perros "sociables" y con una "gran capacidad olfativa", y, a partir de ahí, han recibido el entrenamiento para "fijarle un olor, que en este caso es el cáncer, y que emitan una señal". Añade que estos perros han pasado varias fases de selección. En primer lugar, una de aptitud y actitud y luego una prueba olfatal, de la que seleccionaron a 15 perros, cinco de ellos para entrenarse en la detección del cáncer de pulmón, otros cinco para el de colon y otros cinco que permanecerían en reserva.

DOS TIPOS DE CÁNCER

   A la pregunta de por qué están experimentando en concreto con el cáncer de colon y de pulmón, tanto González y García como el oncólogo del hospital santanderino e investigador adjunto del proyecto, Ignacio Durán, alegan varias causas. En primer lugar, el promotor de la investigación, el oncólogo Fernando Rivera, es un experto internacional en colon, por lo que "mejorar las estrategias de diagnóstico precoz tendría un impacto muy relevante a nivel poblacional por el alto volumen de población diana", asegura Durán.

   Por su parte, los fundadores de Biodogtor añaden que "el cáncer de colon es uno de los que por estadística y por incidencia tiene mayor relevancia", y añaden que "el de pulmón también tiene una incidencia y mortalidad muy elevada, por eso el diagnóstico precoz es fundamental para la posterior evolución de la enfermedad".

   Asimismo, González también señala otra razón. "El cáncer de pulmón, a diferencia del de colon, no dispone de un sistema de cribado nacional", y en la investigación "se pedía estudiar dos tipos de cáncer, uno con sistema de cribado nacional y otro que no lo tuviera".

    García también destaca otro motivo, a saber, que "el cáncer de pulmón está muy cerca de la vía aérea de donde se toma la muestra, y el de colon muy alejado, por tanto las partículas tendrían que pasar a sangre y de ahí al aire, algo completamente diferente a lo que ocurre con el de pulmón". Por tanto, pretendían investigar dos cánceres cuyo procedimiento para la prueba fuera totalmente diferente para "demostrar que los perros no son solo capaces de detectar algo muy próximo, sino que tienen una capacidad olfativa superior que va más allá", ha explicado.

LOS INICIOS

   Los impulsores de Biodogtor, que se dedican sobre todo al entrenamiento de perros para la detección de explosivos en colaboración con las fuerzas de seguridad, encontraron literatura científica en la que se hablaba sobre la detección de esta enfermedad por parte de perros que ni siquiera habían sido entrenados para ello gracias a su olfato supradesarrollado. Así, elaboraron un dossier que presentaron ante el Instituto de Investigación Sanitaria de Valdecilla (IDIVAL) para, finalmente, contactar con el doctor Rivera, quien, actualmente, "modula el proyecto" y "da los retoques necesarios, así como el enfoque para poder echar a andar", tal y como reconoce el doctor Durán.

   En cuanto a los planes futuros, González apostilla que el proyecto se encuentra en fase de experimentación, ya que aún no se ha probado en personas. Durán añade que desde el equipo médico tienen recogidas "más de 150 muestras de pacientes con cáncer de colon y de pulmón", y en este momento van a iniciar el registro de muestras de voluntarios sanos "que también se usarán como controles negativos", detalla. González, por su parte, añade que "una vez se presenten, se contrasten y se validen los resultados, lo siguiente sería integrarlo en el sistema actual de cribado de colon".

   El doctor Durán afirma que, en un futuro a largo plazo, le gustaría que estos análisis se ampliasen a los tumores genitourinarios, que es su área de especialización. "Estamos trabajando en la redacción de un proyecto en detección precoz del cancer de vejiga mediante muestras de orina", ha anunciado.

   'La huella olfativa del cáncer' es un proyecto pionero en España, ya que otros relacionados con esta temática se encuentran trabajando en el desarrollo de una nariz electrónica, pero esto "hoy por hoy, está a años luz del olfato canino". "No nos importa colaborar con esos estudios proporcionando los datos obtenidos", afirma González. No obstante, es un proyecto "muy complejo", ya que "una máquina hay que calibrarla para que detecte estos olores, mientras que en un perro no es necesario hacer ese calibrado porque su nariz ya es capaz, por eso hay que aprovecharlo", ha señalado la etóloga.

   Por otro lado, desde Biodogtor, asociación sin ánimo de lucro, lamentan "no tener más recursos", ya que no encajan "en ningún tipo de investigación" porque "el tema de perros en relación con la medicina es algo muy delicado y sensible" donde hay "gente reacia". Es por ello que no es posible su adherencia a "ninguna parcela de las ayudas para investigación públicas".