Actualizado 13/04/2017 09:07

La familia Somoza, historia de la estirpe que asoló Nicaragua en el siglo XX

Los Somoza
Los Somoza - WIKIMEDIA COMMONS
Jimmy Carter Sandino y Somoza Anastasio Somoza Debayle Debayle

   MANAGUA, 13 Abr. (Notimérica) -

   La historia de Nicaragua tiene luces y sombras. Fue uno de los países que más creció de Iberoamérica durante la gran depresión. Pero también ha sufrido grandes desastres internos. Entre los episodios más negros del país destaca el gobierno de la familia Somoza que dirigieron Nicaragua durante años. Han pasado 38 años desde que Anastasio Somoza Debayle, el tercer hijo y sucesor de los Somoza, abandonara Nicaragua dando fin a la dinastía más opresora.

   El primer Somoza en ostentar el poder fue su padre, Anastasio Somoza García, quien fue nombrado jefe de la Guardia Nacional en 1932, lo que supuso el inicio de su carrera política. No paró hasta gobernar el país. Logró su objetivo tras planear la muerte de Sandino en 1934 y dos años después derrocó al presidente, Juan Bautista Sacasa. Sin ningún opositor se convirtió en el dueño de todo Nicaragua. En 1936 es nombrado presidente de la República y lo será hasta su muerte.

Sandino y Somoza

   En 1956 Somoza García recibió cuatro disparos de Rigoberto Lopéz Pérez, un poeta y miembro del Partido Liberal, que acabarían con su vida tres días después. Fue traslado al Hospital de Gorgas, en territorio americano, donde un fallo en la anestesia le costó la vida. Murió el 29 de septiembre en el mismo hospital.

   Tras la muerte de Somoza García se decidió que su hijo mayor, Luis Somoza Debayle, le sucediera como presidente. Desde el asesinato de su padre, en Nicaragua se instauró un ambiente de tensión y descontento político. Durante su discurso de posesión, el nuevo presidente anunció un hecho que conmocionó al público. En el poblado de Mokorón, cerca de la frontera de Honduras, habían sido masacrados 35 miembros de la Guardia Nacional. Pero se descubrió que en realidad nada pasó y todo fue una distracción de los Somoza para hacer olvidar el descontento social. Tras finalizar su mandato, el 1 de mayo de 1963, cedió su cargo al doctor René Schik Gutiérrez.

Debayle

   Luis Somoza Debayle murió el 13 de abril de 1967, hoy hace 50 años, por un ataque al corazón. Poco antes, su hermano menor, Anastasio Somoza Debayle habia ganado las elecciones el 5 de febrero.

   Tomó posesión de su cargo como nuevo presidente el 1 de mayo. Su dictadura se prolongó hasta el año 1979. Su gobierno se tuvo que enfrentar al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), cuyo objetivo era el derrocamiento de los Somoza del poder.

Anastasio Somoza Debayle

   Durante los gobiernos de los Somoza, Estados Unidos fue un socio importante pero la llegada de Jimmy Carter a la Presidencia de la Casa Blanca en 1977 cambió drásticamente el balance de poder en Nicaragua. Carter le dijo a Somoza Debayle que no tendría más su apoyo.

Jimmy Carter

   La carrera política de 'Tachito', como era conocido por ser el hijo menor de 'Tacho' --apodo con el que se conoció a su padre, Anastasio Somoza García--, acabó el 17 de julio de 1979. Escapó en helicóptero junto a su familia y algunos seguidores. A partir de ese día se celebra en Nicaragua el Día de la Alegría para recordar el fin de la dinastía de los Somoza.

   Somoza Debayle se exilió primero en Guatemala y más tarde en Paraguay pero un comando sandinista se encargo de llevar acabo una operación para acabar con su vida en 1980. La "Operación Reptil", encabezada por Enrique Haroldo Gorriarán Merlo, se llevó a cabo cerca de su domicilio en Montevideo.

   Los guerrilleros estudiaron los lugares que frecuentaba y planearon una emboscada mientras conducía su Mercedes Benz. Le dispararon con fusiles M-16 y le remataron con un lanzacohetes RPG-7. Su cuerpo quedó calcinado y solo pudieron reconocerlo por sus pies.

   Con la muerte de Anastasio Somoza Debayle, Tachito, finalizó la dinastía de los Somoza, familia que gobernó el país bajo una ferrea dictadura durante buena parte de los años centrales del siglo pasado. Fue el fin de una etapa oscura para Nicaragua y el inicio de otra nueva era.