Actualizado 23/10/2017 13:49

Lula da Silva confía en devolver a Brasil la esperanza de crecer si vuelve a gobernar

LULA DA SILVA
REUTERS

   BRASILIA, 23 Oct. (Notimérica) -

   No hay duda: Lula da Silva está convencido de que su llegada a la presidencia de Brasil podría suponer el gran cambio que necesita el país para su recuperación definitiva.

   A sus 71 años --el próximo viernes 27 de octubre cumplirá 72--, el que fuera presidente del país latinoamericano desde 2003 hasta 2010 confía en devolver a la nación la esperanza de crecer a nivel económico y social.

   Así lo ha asegurado en una entrevista concedida al diario español 'El Mundo', en la que confía en su vuelta a la primera línea de la política brasileña, salpicada principalmente por los escandalosos casos de la constructora brasileña Odebrecht y la petrolera Petrobras.

   La impopularidad del actual Gobierno, dirigido por Michel Temer, es el motivo fundamental por el que el país parece haberse estancado, a pesar de que cuando Da Silva saliera del cargo en 2010 32 millones de pobres ascendieron de clase social.

   "Hemos tirado a la basura la palabra mágica: credibilidad. Cuando el que gobierna habla y el pueblo no le cree, las cosas no suceden", comenta el ex mandatario en una clara referencia al escaso índice de popularidad del sucesor de Dilma Rousseff tras el 'impeachment', valorado en un 3 por ciento.

   Ese ingrediente fundacional de una sociedad formal y una destacada democracia es el que pretende sembrar en el país "para demostrar al mundo que Brasil puede funcionar", sostiene.

   Para ello, es elemental que vuelva "a ser gobernado pensando en la mayoría y no en unos pocos", algo de lo que acusa al actual jefe de Estado, cuyas medidas legislativas pretende tumbar mediante un referéndum revocatorio.

   "Es criminal tener una ley que limita durante 20 años la posibilidad de inversión del Estado. En Brasil todavía faltan cosas básicas como saneamiento, tratamiento del agua o viviendas", reflexiona durante el cuestionario.

   La importancia y protección de estos derechos humanos básicos del pueblo es una de sus principales premisas de cara a las próximas elecciones presidenciales, que están previstas para el próximo año.

   "Me presento a mis 72 años porque hay mucha gente que sabe gobernar pero no hay nadie que sepa cuidar del pueblo más necesitado como lo hago yo. Conozco sus entrañas, cómo viven, qué necesitan", subraya durante en la entrevista.

   Ante la pregunta de qué significa su persona para la historia de Brasil, el expresidente lo tiene claro: "Lula es la idea de que los pobres pueden tener acceso a un buen trabajo, a un salario digno, a entrar en la universidad. Siempre digo que el mejor efecto de mi Gobierno no fueron las obras que hice, sino hacerle descubrir al pueblo que podía ser sujeto de la Historia".