Actualizado 16/07/2018 13:31

¿Son los cárteles el verdadero problema de la violencia en México?

MÉXICO
REUTERS

   CIUDAD DE MÉXICO, 16 Jul. (Notimérica) -

   El año 2017 ha sido el año más violento de la historia de México desde que se tiene registro, tal y como ha desvelado el 'Institute for Economics and Peace' en el informe 'Índice de Paz en México', uno de los más prestigiosos indicadores de la situación de la paz y la seguridad en el mundo.

    Los datos que reflejan el aumento de violencia en el país indican que en dicho año México registró más de 29.000 asesinatos, un 25 por ciento más a nivel anual. Asimismo, la violencia con armas de fuego se ha incrementado por segundo año consecutivo: el 69 por ciento de estos miles de asesinatos fueron cometidos con este tipo de arma.

    El crecimiento de la violencia y la escasa seguridad es, además, un fenómeno en trasversal que afecta a casi todos los estados del país. Solo siete de los 32 estados mexicanos han mejorado su nivel de paz de 2016 a 2017 y, además, la situación de la paz ha empeorado en 25 de los estados.

   Independientemente de la violencia intrafamiliar, la violencia ligada a delitos (como el robo, por ejemplo) o la violencia de género, los elevados niveles se deben especialmente a las actividades de cárteles y pandillas, muchas veces ligados entre sí y con fines entrelazados.

   La configuración de los cárteles del narcotráfico ha variado en los últimos años, lo que ha implicado un incremento de los niveles de violencia ejercidos por estos en el país azteca. Según recoge 'esglobal', la detención de algunos líderes ha provocado luchas de poder entre las células para hacerse con el control de 'plazas' y territorios que aseguran la distribución de la droga.

   Asimismo, la implicación de integrantes de los cárteles en actividades económicas ha diversificado las fuentes de ingresos de los grupos y las relaciones con empresarios y políticos aztecas. Ejemplo de ello ha sido el elevado número de muertes de candidatos en el desarrollo de la carrera electoral de este último año, que ha superado la centena y ha manchado de sangre a la mayor parte de agrupaciones políticas.

   Sin embargo, y como recoge el mismo medio, el académico y experiodista Oswaldo Zabala asegura que la violencia no se enmarca en estos hechos, sino que forma parte de una "estrategia deliberada de Estado" con fines materiales y económicos. Es decir, no se trata de una guerra narco-Estado, es una guerra silenciosa en la que todos los actores estarían ligados y con fines comunes.

   Tal y como asegura en su libro 'Los cárteles no existen': "Estos años de horror, de asesinatos y desaparecidos son resultado de una violencia de Estado, de una estrategia deliberada del propio Estado, en que se ha usado de modo irresponsable a nuestras Fuerzas Armadas con diferentes propósitos". Indica que la intención sería la de permitir la explotación de recursos --minerales, forestales, agrícolas, etcétera-- sin problemáticas legales ni control por parte de medios de comunicación. Para Zabala los altos niveles de violencia social no radican únicamente en lo referido a los cárteles.

   Está documentado que muchos de los cárteles cuentan con alianzas estratégicas con fuerzas policiales y personal funcionario, siendo este un hecho que además de ayudar al encubrimiento de lo que realmente ocurre tras esta violencia, incrementa la impunidad. De 2010 a 2016 fueron asesinadas 154.557 personas, casos en los que el 94,8 por ciento no cuenta con un culpable sentenciado según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

   El sistema y la actual situación de violencia en el país será, sin duda, una de las principales labores a desarrollar por parte del nuevo presidente de México, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador. Él mismo lo ha puesto en el centro de su agenda, que comenzará a implementar a partir del 1 de diciembre, cuando tome posesión del cargo.