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BRASILIA, 18 dic, 18 Dic. (Reuters/EP) -
- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo el miércoles que la política de exenciones impositivas a las nóminas corporativas utilizada como estímulo ante la desaceleración económica del país será "permanente".
Rousseff, que afronta un cuarto año seguido de crecimiento lento y un esperado intento de reelección en el 2014, dijo a periodistas que en el 2011, cuando asumió su mandato, el Gobierno calculó mal el impacto de la crisis financiera global.
Sin embargo, agregó que los críticos son demasiado negativos sobre el pronóstico de la economía más grande de Latinoamérica.
La mandataria hizo las declaraciones en un desayuno con periodistas en la capital Brasilia.
Las medidas sobre las nóminas corporativas son algunas de las varias exenciones fiscales que Rousseff ha usado como herramienta principal para contener una fuerte desaceleración de la economía brasileña.
Después de que el crecimiento llegó al 7,5 por ciento durante un boom que duró una década y se produjo apenas Rousseff asumió la presidencia, la economía de Brasil se desaceleraría a poco más del 2 por ciento para el final del cuarto año de su mandato.
Rousseff también tiene dificultades con una debilitada demanda del consumo, una estancada producción industrial, pocas inversiones en la economía y una inflación que durante su periodo en la presidencia ha aumentado de manera persistente a cerca del límite de tolerancia oficial del 6,5 por ciento.
Mientras ingresa en un año electoral, Rousseff está tratando de persuadir a los brasileños y a inversores extranjeros de que el pronóstico de la economía doméstica no es tan negativo como sugieren algunos críticos.
También destaca medidas para estimular el crecimiento y una renovación de su Gobierno en un momento en el que importantes funcionarios se preparan para abandonar el gabinete y poder aspirar a gobernaciones u otros cargos el año próximo.
Rousseff dijo que una reforma de gabinete que está pendiente tendría lugar antes del feriado por Carnaval del 2014, que comenzará a fines de febrero.
Luego de recibir duras críticas por haber usado trucos contables para lograr objetivos presupuestarios en los últimos años, Rousseff dijo que está analizando qué objetivo oficial se colocará para el superávit presupuestario primario en el 2014.
El ministro de Finanzas de Brasil, Guido Mantega, dijo más tarde el miércoles que el Gobierno podría anunciar ese objetivo en enero o febrero.
El superávit primario, utilizado como medida de la capacidad del sector público para pagar deudas, consiste en el cálculo de todos los gastos del Gobierno menos el pago de intereses sobre créditos.