Por Silvio Cascione
BRASILIA, 23 mayo, 23 May. (Reuters/EP) -
- La economía de Brasil probablemente se desaceleró hasta casi detenerse en el primer trimestre debido a una ralentización de los inversiones y a que las fábricas recortaron la producción, enterrando esperanzas de que un sorpresivo repunte a fines del 2013 pudiera convertirse en una recuperación sostenida.
El producto interno bruto (PIB) probablemente creció sólo un 0,2 por ciento entre enero y marzo desde el cuarto trimestre del año pasado, una desaceleración frente a la expansión de un 0,7 por ciento en la lectura previa, según la mediana de los pronósticos de 27 economistas consultados en un sondeo de Reuters.
Tampoco se ha descartado una contracción, con pronósticos que variaron entre un -0,2 por ciento a un 0,6 por ciento.
El crecimiento de Brasil ha tenido aceleraciones y frenazos desde el 2011, pese a incontables medidas de estímulo por parte de la presidenta Dilma Rousseff, lo que ha provocado temores a un prolongado período de estancamiento para una economía que fue una de las más dinámicas del mundo hace no mucho.
"La actividad económica se está desacelerando rápidamente. Esperamos que el crecimiento del PIB del primer trimestre sea de cerca de cero y que la lectura del trimestre siguiente sea negativa", comentó Mauricio Molan, economista jefe para Brasil en Banco Santander.
Tasas de interés de dos dígitos y una caída en la confianza de las empresas se han añadido recientemente a una larga lista de problemas, incluyendo una inflación persistentemente alta e infraestructura inadecuada.
Esto probablemente llevó a muchas fábricas, como las automotrices, a reducir la producción, afirmaron los economistas.
Las inversiones se han desacelerado fuertemente en el primer trimestre luego de un sorpresivo salto a fines del 2013.
Según estimaciones de Credit Suisse, el gasto de capital creció sólo un 0,5 por ciento interanual, menos que el 5,5 por ciento en el cuarto trimestre.
Con la confianza industrial en su menor nivel desde el 2009 y el gasto del consumidor mostrando señales de moderación, lo más probable es que el crecimiento de Brasil sea débil durante todo el año.
Se espera que la economía de Brasil crezca un 1,7 por ciento este año, según la mediana de los pronósticos de 51 analistas consultados en el sondeo de Reuters, menos que el 2,3 por ciento del 2013.
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, tiene un pronóstico más optimista para el 2014, de una expansión del 2,3 por ciento. Mantega prevé que el crecimiento se acelerará en el 2015 y el 2016, en la medida en que cobren impulso nuevos proyectos carreteros y aeroportuarios concesionados por el Gobierno el año pasado.
El estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) publicará los datos del PIB del primer trimestre el viernes 30 de mayo a las 1200 GMT.
Los economistas prevén que las cifras del 2013 también sean revisadas, probablemente al alza, tras un reciente cambio de metodología en la serie de producción industrial.
En comparación al mismo período del año pasado, la economía brasileña probablemente creció un 2,1 por ciento en el primer trimestre, según la mediana de los pronósticos de 25 analistas consultados en el sondeo de Reuters.
Una encuesta separada publicada el viernes mostró que el banco central de Brasil probablemente dejará de aumentar las tasas de interés la próxima semana, pero la inflación seguramente permanecerá alta, lo que podría seguir afectando la confianza de las empresas y de los consumidores.
(Traducido por Patricio Abusleme. Editado en español por Mónica Vargas)