Actualizado 14/12/2017 12:26

Salma Hayek arremete contra Weinstein : "Durante años, fue mi monstruo"

89Th Academy Awards - Oscars Red Carpet Arrivals - Hollywood, California, U.S. -
89Th Academy Awards - Oscars Red Carpet Arrivals - Hollywood, California, U.S. - - REUTERS / MIKE BLAKE

   CIUDAD DE MÉXICO, 14 Dic. (Notimérica) -

   A pocos días de concluir con este año 2017, marcado por las innumerables denuncias de acoso contra personajes del mundo del cine, la actriz mexicana Salma Hayek reveló su tortuosa relación con Harvey Weinstein.

"Durante años, fue mi monstruo", escribió la protagonista de 'Bandidas', 'Frida' y 'Abierto hasta el amanecer' en un extenso artículo publicado por 'The New York Times' este miércoles.

   El que fuera "la punta del iceberg" de una continua serie de casos de abuso de poder en palabras de la intérprete británica Emma Thompson, estuvo obsesionado durante mucho tiempo con Hayek, quien relató algunas de las más desagradables experiencias con el productor de Miramax.

   "Me había lavado el cerebro a mí misma, convenciéndome de que ya se había acabado y que había sobrevivido; eludí la responsabilidad de pronunciarme en público al respecto con la excusa de que ya había suficiente gente involucrada en poner los reflectores sobre ese monstruo personal. No pensé que importara mi voz o que usarla haría la diferencia", subraya la actriz.

   También hace referencia a las muchas otras personas que sí denunciaron las intimidaciones de Weinstein, como es el caso de su amiga y también actriz Ashley Judd, una de las protagonistas de la última portada de la revista 'Time' que destaca como 'personas del año' a "los que rompieron el silencio", en su mayoría mujeres.

   "Cuando tantas mujeres dieron un paso al frente para describir lo que les hizo Harvey, tuve que enfrentarme a mi cobardía y aceptar humildemente que mi historia, aunque fuera tan importante para mí, no era más que una gota en un océano de pesar y confusión", lamenta la actriz en el manifiesto.

   Con un "hasta aquí", la protagonista de 'Corazones solitarios' comienza a narrar la discriminación que sufrió por ser mexicana, especialmente en sus comienzos, cuando pasó de las telenovelas mexicanas a la producción de 'Frida'.

AMENAZAS DE MUERTE

   "Había empezado el proceso para producir la película con otra compañía, pero luché para recuperarla y llevarla con Harvey. Lo conocía un poco gracias a mi relación con el director Robert Rodríguez y la productora Elizabeth Avellan, quien era su esposa en ese entonces y quien me había acogido bajo su tutela tras hacer algunas películas con ella. Lo único que sabía de Harvey en ese momento era que tenía un gran intelecto, que era un amigo leal y que era un hombre de familia", admite.

   Este encumbramiento hacia la fama fue uno de los alicientes de Salma Hayek, quien asegura no importarle "el dinero" sino que una colaboración con el productor suponía " que se había cumplido mi sueño: había apostado por mí, la 'nadie'. Dijo que sí", escribe.

   A continuación, la mexicana traslada al lector todas las veces que tuvo que decir "no" a Weinstein, tales como "no a bañarme con él. No a dejarlo que me viera bañarme. No a dejarlo que me diera un masaje. No a que un amigo suyo, desnudo, me diera un masaje. No a dejarlo que me hiciera sexo oral. No a desnudarme junto con otra mujer", manifiesta.

   Entre "tácticas de persuasión que iban desde hablar dulcemente a prometer cosas", el productor llegó a amenazarle con cambiar de actriz protagonista en dicha película e, incluso, de muerte.

   El acosador quiso hundir su carrera profesional con una serie de requisitos imposibles, tales como una reescritura del guion, la consecución de un reconocido director y una recaudación para el financiamiento del largometraje valorada en 10 millones de dólares.

   Con el apoyo del protagonista de 'El Club de la lucha' Edward Norton --que reescribió la película-- y su compañero de reparto en 'El mexicano', Antonio Banderas, entre otros, la actriz mexicana finalmente consiguió superar las limitaciones de Weinstein que, si bien dejó de acosarla cuando comenzó el rodaje, su ira aumentó.

   "Me hizo dudar si siquiera era buena actriz pero nunca logró hacerme pensar que la película no merecía grabarse. Me ofreció una opción si quería continuar. Me dejaría terminar el filme si acordaba tener una escena de sexo con otra mujer. Y demandó que hubiera desnudez total vista desde enfrente", sostiene.

   Finalmente, la actriz accedió a esta escena lésbica, relatando que "para cuando terminamos el rodaje estaba tan deshecha emocionalmente que tuve que distanciarme de los aspectos de posproducción".

SITUACIÓN DE LAS MUJERES EN EL CINE

   Para concluir con este poderoso manifiesto, Salma Hayek lanza varias preguntas como "¿por qué tantas de nosotras, las artistas, tenemos que ir a la guerra para poder contar nuestras historias si tenemos tanto que ofrecer? ¿Por qué tenemos que pelear con uñas y dientes para mantener nuestra dignidad?" que ella misma después contrasta con cifras decepcionantes.

   Entre los datos proporcionados, destaca que "entre 2007 y 2016 solo cuatro por ciento de los directores fueron mujeres y 80 por ciento de ellas pudieron hacer solamente una película" mientras que el pasado año únicamente el "27 por ciento de los diálogos en las principales películas fueron dichos por mujeres".

   Por último, apunta a la desigualdad como factor fundamental que explica la eterna pregunta de "¿Por qué no se dijo nada antes?". Hayek lo tiene muy claro: "Creo que las estadísticas se explican por sí mismas: nuestras voces no son bienvenidas". Hasta que haya igualdad en la industria, que los hombres y mujeres tengan la misma valía en todos los aspectos de la producción, nuestra comunidad seguirá siendo tierra fértil para los depredadores".