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   BRASILIA, 23 Nov. (Notimérica) -

   El centrocampista brasileño de segunda división Daniel Correa Freitas, cuyos derechos deportivos eran propiedad del Sao Paulo, murió el pasado octubre a causa de una puñalada en el cuello, tal y como ha informado este viernes el Instituto Forense.

   El futbolista fue encontrado sin vida y con los genitales mutilados en las afueras de la ciudad de Curitiba. Horas antes había acudido como invitado a una fiesta de cumpleaños en la que supuestamente trató de violar a una mujer.

   "El degüello parcial fue el motivo de la muerte, pero no es posible precisar cuál lesión ocurrió antes y si tenía señales vitales cuando fue mutilado", ha confirmado a través de una rueda de prensa recogida por EFE el director del Instituto Médico Legal (IML) regional, Paulino Pastre.

   Tras conocerse los hechos, las autoridades detuvieron a un total de siete sospechosos, entre los que se encontraba el autor confeso del crimen, el empresario Edison Brittes Júnior, quien declaró haber asesinado al jugador al descubrirlo tratando de violar a su esposa, Cristiana Brittes, la cual también fue arrestada.

   Hasta el momento únicamente se ha demostrado que Correa fue sorprendido en la cama junto a Cristiana Brittes, quien se encontraba dormida y a la que la víctima realizó una serie de fotografías en el momento que compartió después con algunos de sus amigos a través de WhatsApp.

   Tras ser descubierto recibió una paliza y, posteriormente, fue forzado meterse en el maletero de un coche, con el que Edison Brittes y amigos de este lo trasladaron a otro local. Según los testigos, después de que el empresario viera las imágenes de su esposa en el móvil de Correa, le asestó una puñalada en el cuello y abandonó su cuerpo en una zona boscosa.

   Por su parte, Edison Brittes ha indicado que llevó a cabo el asesinato solo, sin apoyo ni ayuda de ninguna otra persona.

   En el momento en el que se concluya el informe policial, la Fiscalía valorará la posible presentación de denuncias contra los siete sospechosos y, en caso de que estas se acepten, irán a juicio.