MADRID, 4 Ene. (Notimérica) -
Cada vez es más frecuente la aparición de nuevas compañías emergentes, las llamadas startups, desarrolladas a partir de una idea de negocio creativo. Sin embargo, está demostrado que 8 de cada 10 de ellas no consigue tener éxito.
De acuerdo con el blog Think Big de Telefónica, la mayoría de emprendedores desconoce los motivos por los que las startups no llegan a buen puerto, pero hay una serie de errores que, si se prevén con eficacia, pueden evitar el fracaso.
Se trata de cinco variables que tienen en cuenta la visión global de mercado, el éxito del largo plazo y la posibilidad de factores de riesgo en los fondos invertidos, entre otras.
1. NO SE ESTABLECE UNA NECESIDAD DE MERCADO
La idea de negocio al crear una startup no debe ser satisfacer una nueva necesidad de mercado, crear un producto que nadie necesita es un error. El producto debe ser probado y suponer un cambio para la sociedad.
Hay que ofrecer algo que ya exista o cubra una necesidad concreta pero vendiéndolo de un modo diferente, con un envoltorio más llamativo que capte la atención del consumidor.
2. EL ÉXITO SE HACE ESPERAR
El resultado favorable no llega de un día para otro, requiere muchas horas de trabajo y, sobre todo, paciencia. Hay que ser constante y tener perseverancia.
En muchas ocasiones, ni el éxito ni los beneficios llegan hasta después de un año de crear la empresa y por eso, muchos abandonan antes de tiempo porque no han conseguido nada en un plazo inferior al que realmente se necesita.
3. EL MERCADO REQUIERE FLEXIBILIDAD
La capacidad de adaptación al mercado es muy importante, especialmente si no se obtienen resultados con la idea inicial, y hay que efectuar los cambios del proyecto en función de las necesidades.
Además, hay que prever riesgos y estar pendiente de los nuevos cambios para afrontarlos con garantías y tener cierta seguridad.
4. LOS FONDOS SE AGOTAN
El dinero es uno de los principales problemas de las compañías emergentes y cuando se acaba no hay más opciones que cerrar. En este sentido, los primeros meses son cruciales, ya que aún no se han generado suficientes beneficios y las escasas ganancias son para efectuar pagos o para reinvertir en la empresa.
El control de capitales es fundamental, así como mantener las cuentas financieras con mucha cautela, evitando excesos y facilitando un colchón que ayude a cubrir posibles pérdidas o garantice la viabilidad de la startup hasta que lleguen las ganancias.
5. EL EQUIPO DE TRABAJO TIENE SU FUNCIONAMIENTO
Algunas de las claves de la startup residen en su plantilla. Debe haber un liderazgo establecido que sepa motivar a sus empleados para que el rendimiento sea máximo y aumente la creatividad y, al mismo tiempo, el beneficio intelectual.
La experiencia previa del líder en la creación y gestión de startups es imprescindible, así como la de su equipo. Contratar a personal que haya trabajado con otro modelo de negocio no es nada aconsejable, aunque hay que mantener contactos y renovar constantemente las ideas propias.