Actualizado 11/03/2015 20:52

Agricultores de Argentina comienzan una huelga contra regulaciones

Granos de soja son cargados en una máquina procesadora
Foto: REUTERS

 

    BUENOS AIRES, 11 Mar. (Reuters/EP) -

    Productores agropecuarios de Argentina iniciaron el miércoles una huelga comercial de tres días en protesta contra las amplias regulaciones oficiales para el sector, una medida que podría marcar el comienzo de un fuerte enfrentamiento con el Gobierno.

   Los agricultores dejarán de vender sus productos hasta la medianoche del viernes y, si bien el envío de granos a los distintos puertos disminuirá en los próximos días, expertos dicen que no afectará a los embarques ya que las empresas exportadoras cuentan con reservas suficientes en sus terminales.

   Argentina es el principal exportador mundial de aceite y harina de soja, el tercero del poroto de la oleaginosa y el cuarto de maíz, pero la recolección del ciclo 2014/15 de los dos granos acaba de iniciarse y el pico de la cosecha se produce cerca del mes de mayo.

   "El cese de comercialización ha sido contundente en toda la Argentina y el motivo de esta acción de fuerza es justamente criticar las políticas que ha llevado adelante el Gobierno nacional en los últimos 12 años y poner en evidencia que no han dado resultado", dijo a Reuters Luis Etchevehere, jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA).

   El miércoles llegaron a la plaza de hacienda de Liniers solamente 950 animales, frente a los 11.082 del mismo día de la semana pasada, mientras que se espera que el ingreso de camiones a los puertos disminuya en los próximos días.

   La comercialización de granos fue normal el martes, por lo que hasta la mañana del miércoles ingresaron muchos camiones a las distintas terminales portuarias del área de Rosario, donde se concentran las industrias procesadoras de granos.

   "El paro no afecta el cumplimiento de nuestros compromisos con el exterior. En parte porque al haberse anunciado con tiempo permite tomar las previsiones necesarias. Además, por la fecha, estacionalmente todavía no llegó la nueva cosecha gruesa (de soja y maíz", señaló una fuente de una empresa agroexportadora, que prefirió que no se revelara su identidad.

   En los campos argentinos recién comenzó la recolección de los primeros lotes de las cosechas de soja y maíz, que el Gobierno estimó en un récord de 58 millones y en 30 millones de toneladas, respectivamente.

EL GOBIERNO, EN LA MIRA

   La medida, organizada por SRA, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), se realiza sin la adhesión de la Federación Agraria Argentina (FAA), que hace meses dialoga con el Gobierno, y que en el pasado participó en huelgas.

   Las tres entidades convocantes rechazan las políticas oficiales para el sector, en particular los límites a las exportaciones de maíz y trigo, y los elevados aranceles que aplica Argentina a las exportaciones de todos los granos, en especial de la soja.

   "Hoy depende del Gobierno poder cambiar esta realidad. No entendemos por qué no lo hace", señaló Etchevehere.

   El martes, el titular de CRA, Rubén Ferrero, señaló que, de no obtener respuestas de parte del Gobierno a los reclamos del sector, las organizaciones anunciarían nuevas protestas en los próximos meses.

   En el 2008, una feroz disputa con el sector rural, que duró meses, sumió al Gobierno de la presidenta Cristina Fernández en una crisis política, golpeó las exportaciones y llegó a generar desabastecimiento de alimentos en las grandes ciudades del país.

   El jefe del Gabinete de ministros de Argentina, Aníbal Fernández, calificó a la protesta de los productores agropecuarios como "un 'lockout' patronal de quien tiene el manejo de determinados niveles de producción" de soja, el principal cultivo del país.

   La protesta tiene lugar meses antes de los comicios presidenciales de octubre -en las que Cristina Fernández no podrá presentarse como candidata-, y se espera que la disputa crezca a medida que avancen las campañas electorales de los partidos políticos.

   Si bien los candidatos presidenciales aún no están definidos, los principales aspirantes han sugerido que cambiarían algunas de las políticas vinculadas al sector.

   El cese de comercialización también es útil para mostrarle a los candidatos presidenciales "que este sistema no funciona, que esta manera de tratar a la productores (...) ha hecho que todas la producciones estén en este momento agonizando", añadió Etchevehere.