(Amplía información; reescribe)
PARIS, 5 ene, 5 Ene. (Reuters/EP) -
- El presidente de Francia, Francois Hollande, dijo el lunes que tomará "cualquier riesgo" para impulsar el crecimiento económico de su país por encima de la estimación oficial de 1 por ciento en 2015, en un intento de reducir el desempleo.
Uno de los motores del crecimiento lo pone en reformas económicas en medio de índices de aprobación muy bajos y dos elecciones locales programadas para marzo y diciembre de 2015, cuando está previsto que el Partido Socialista al que pertenece sufra un duro golpe en las urnas.
"Fui elegido para el cambio: voy a cambiar todo lo que bloquee, dificulte y frene la igualdad y el progreso", dijo el mandatario a la radio France Inter. "En este punto, voy a tomar cualquier riesgo", agregó.
Hollande dijo que hará el máximo esfuerzo para lograr el mayor crecimiento posible en 2015 y 2016 y añadió que con más personas accediendo al mercado laboral que dejándolo era necesario crecer sobre el 1 por ciento para reducir el desempleo.
El Gobierno prevé que el crecimiento se acelere al 1,7 por ciento en 2016.
El desempleo se situó en un récord de 3.488.300 personas en noviembre, con una subida anual del 5,8 por ciento. El índice de desempleo fue del 10,4 por ciento en el tercer trimestre.
Francia, que ha sufrido desde hace largo tiempo de bajo crecimiento y un alto desempleo, proyecta una modesta recuperación este año gracias a los menores precios del petróleo, bajas tasas de préstamos y un menor tipo de cambio para el euro.
El programa de reformas económicas de Hollande ha incluido cambios relativamente menores en el sistema de formación laboral y en las normas de contratación y despido, así como medidas para liberar la competencia en sectores laborales protegidos.
La última reforma será debatida en el Parlamento a fines de este mes y es probable que enfrente una dura oposición de los Verdes, que dejaron el Gobierno el año pasado.
Hollande dijo que si Francia supera su meta de crecimiento, los excedentes de ingresos se usarán principalmente para reducir el déficit presupuestario y no para bajar los impuestos.
Francia ha incumplido varias veces sus compromisos con la Comisión Europea para reducir su déficit presupuestario a menos del tres por ciento del Producto Interno Bruto, y prometió el año pasado que alcanzaría el objetivo en 2017.