(Actualiza con detalles, suma información índice FGV)
SAO PAULO, 26 ene, 26 Ene. (Reuters/EP) -
- El panorama para la economía de Brasil en este año empeoró considerablemente, de acuerdo con datos divulgados el lunes, mientras los analistas ponderan el impacto de unas dolorosas medidas fiscales y los consumidores lucen cada vez más preocupados por el futuro.
Los economistas elevaron fuertemente sus previsiones para la inflación brasileña en 2015, al tiempo que rebajaron las estimaciones del crecimiento económico para el año, mostró el lunes el sondeo semanal Focus del banco central.
La mediana de las proyecciones de unos 100 economistas del mercado muestra que el 2015 terminará con una inflación de 6,99 por ciento, un alza desde el pronóstico de 6,53 por ciento de hace un mes.
El gobierno de Brasil apunta a una tasa de inflación de 4,5 por ciento, con un margen de tolerancia de dos puntos porcentuales.
En tanto, la mediana de las estimaciones del crecimiento económico en este año bajó a 0,13 por ciento desde 0,38 por ciento en la encuesta de la semana anterior y 0,55 por ciento un mes atrás.
Para evitar una rebaja de calificación crediticia potencial, el gobierno prometió recortar el gasto, lo que debería pesar sobre la expansión de la actividad en 2015.
El banco central elevó su tasa de interés referencial Selic por tercera vez consecutiva la semana pasada y dejó la puerta abierta a otro ajuste de 50 puntos básicos en el encuentro siguiente.
Aún así, cualquier moderación de la inflación debería ser limitada debido a una serie de incrementos de impuestos recientemente anunciados y fuertes alzas de los precios de la electricidad y el transporte.
El consumo débil es una de las señales más evidentes de los recientes problemas de Brasil.
El gasto de las familias, que experimentó un auge durante la mayor parte de la década pasada mientras millones de brasileños se incorporaban a la clase media, se ha estancado en el último año, cuando la economía se frenaba en seco.
La confianza del consumidor se derrumbó en enero al mínimo desde que empezó la serie de datos en septiembre de 2005, de acuerdo con un sondeo privado también divulgado el lunes.
La Fundación Getulio Vargas (FGV) dijo que su índice de la confianza cayó a 89,8 en enero desde 108,9 hace un año.
El índice había continuado arriba de 100 por casi seis años hasta bajar a 95,3 en noviembre.
El resultado "refleja una mayor preocupación sobre el mercado laboral y la inflación", dijo el economista de la FGV Tabi Sant.