(Agrega detalles, contexto)
MEXICO DF, 6 dic, 6 Dic. (Reuters/EP) -
- Un grupo clave de senadores de México suspendió una reunión programada para la mañana del viernes en la que sería presentado el proyecto de dictamen sobre una controversial reforma energética, dijeron legisladores del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El PRI, que no tiene mayoría absoluta en el Congreso, ha estado discutiendo con el conservador Partido Acción Nacional (PAN) sobre detalles de la reforma, vista como clave por el Gobierno para apuntalar la producción de hidrocarburos y así la economía del país.
No quedó claro de inmediato si la reunión se convocaría para más tarde el viernes o para el sábado.
Una vez que el proyecto sea presentado, tres comisiones darán su dictamen para posteriormente someterlo a discusión y votación.
El Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto aspira a que la iniciativa sea aprobada este mes.
Aunque el Gobierno propuso un esquema de contratos de ganancias compartidas, el PAN planteó la necesidad de ir hacia un esquema más abierto que incluyera hasta concesiones.
No obstante, algunos legisladores del PAN han dicho que podrían ceder e ir a esquemas diferentes para lograr los acuerdos. Ambos partidos sostienen que la reforma debe contener cambios constitucionales.
El senador panista José Rosas Aispuro, vicepresidente del Senado, dijo a Reuters el jueves por la noche que la palabra concesión podría desatar temores de una privatización del sector.
"Nosotros no estamos casados con la palabra (concesión)", dijo Rosas en una entrevista telefónica. "Nosotros hablamos en su momento de la posibilidad de concesiones, pero pueden ser contratos de asociación, de licencias, esa parte es lo que se está negociando", argumentó.
El sector energético mexicano está dominado por el monopolio estatal Pemex y requiere desesperadamente de la inversión privada para ayudar a explotar las reservas del país.
La producción petrolera de México ha caído casi en una cuarta parte desde que alcanzó un máximo de 3.4 millones de barriles por día en el 2004.
La apertura del sector energético es un componente clave de la agenda de reformas económicas del presidente Enrique Peña Nieto, que abarca desde las telecomunicaciones y la banca, hasta la educación y el sistema tributario.