Publicado 19/11/2013 22:19

ANALISIS-Más de lo mismo, la receta del nuevo gabinete económico de Argentina

Por Guido Nejamkis

BUENOS AIRES, 19 nov, 19 Nov. (Reuters/EP) -

- Intervencionismo, una proliferación de controles y una dura relación con el sector privado han marcado la economía de Argentina desde que la presidenta Cristina Fernández fue reelecta hace dos años con abrumadora mayoría.

Aunque el descontento de muchos con este estilo de administración se reflejó en las elecciones legislativas de medio término de octubre, se espera que los nuevos ministros del área económica designados el lunes por la noche mantengan ese rumbo a rajatabla o incluso lo profundicen.

Fernández, que todavía cuenta con apoyo a su modelo sobre todo en los sectores más pobres de la población, nombró al economista izquierdista Axel Kicillof nuevo ministro de Economía, y al gobernador de la norteña provincia de Chaco, Jorge Capitanich, como jefe de Gabinete de ministros.

El cambio fue la primera decisión que tomó al reanudar el lunes la actividad oficial tras más de un mes de convalecencia por una operación para drenarle un hematoma en el cráneo.

"Para un inversor privado, Kicillof es una preocupación y para los argentinos es la ratificación de un rumbo económico. Todo seguirá siendo igual", dijo el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, quien ocupó el cargo bajo el gobierno del fallecido Néstor Kirchner (2003-2007) y en parte de la primera presidencia de su esposa y sucesora.

Kicillof, que forma parte del estrecho círculo de asesores de Fernández, ha defendido el impopular control de cambios aplicado desde hace dos años para intentar frenar una huida de capitales que está drenando las reservas del Banco Central.

Y fue el cerebro detrás de la expropiación del control de la petrolera YPF a la española Repsol en el 2012.

Argentina ha venido abandonando en forma paulatina las políticas económicas de mercado para adoptar un programa más populista con generosos subsidios que abarcan desde el transporte público hasta los programas sociales.

GANANDO INFLUENCIA

Kicillof ya era en la práctica un poderoso funcionario del Gobierno: se desempeñaba como el segundo de la conducción económica, que encabezará formalmente desde el miércoles, cuando será puesto en funciones como ministro.

Desde ese lugar cosechó una enorme influencia que incluso opacó a la de su jefe en la cartera, Hernán Lorenzino, que ahora se limitará a manejar el litigio con los tenedores de bonos impagos del país.

Con su ascenso, Eurasia Group cree que la política económica argentina podría volverse más intervencionista, en un país con una elevada tasa de inflación, una débil inversión extranjera, un tipo de cambio oficial sobrevaluado, una pesada carga tributaria y serios problemas de infraestructura.

Kicillof asegura que durante los gobiernos de Fernández y de su fallecido marido, Argentina registró un impulso al empleo, una mejora en los indicadores sociales y reindustrializó a la economía. Pero ha desdeñado el concepto de seguridad pública, asegurando que es usado para beneficiar a las transnacionales.

La designación del joven ministro "confirma que ella (Fernández) no cree que sus políticas han fracasado y que confía en sus asesores más radicales", dijo Eurasia en un reporte a clientes.

En lo que va del año, el Banco Central ha visto caer sus reservas internacionales en un 25 por ciento hasta los 32.500 millones de dólares actuales.

Argentina utiliza las reservas internacionales del Banco Central, que son principalmente generadas por la exportación de granos, para pagar deuda con acreedores externos privados.

¿COMENZANDO A DELEGAR?

La llegada al gabinete del gobernador Capitanich -un peronista pragmático- abre para algunos analistas la posibilidad de que la presidenta delegue parte de sus tareas en una figura de peso, con predicamento y votos en su provincia de origen, con vistas a prepararlo como su sucesor para el 2015.

Fernández "puede tratar de preparar a Capitanich como una alternativa en el 2015 como candidato presidencial al más moderado gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli", dijo en un reporte el banco Credit Suisse.

Un funcionario dijo a Reuters que la promoción de Capitanich servirá en realidad para contener fugas de aliados oficialistas a facciones peronistas de oposición, preservando la capacidad y autoridad de la presidenta Fernández.

Scioli, un ex vicepresidente de Kirchner que fue reelecto en el 2011 al frente de la mayor provincia argentina, es considerado un aliado incómodo para algunos sectores del oficialismo peronista por su moderación, apertura al diálogo y por favorecer políticas amistosas con el mercado.