Actualizado 26/06/2014 01:27

ANALISIS-Mayor costo de deuda empuja a Argentina a resolver la crisis

Por Sarah Marsh

BUENOS AIRES, 25 jun, 26 Jun. (Reuters/EP) -

- Los costos del pago de la deuda más que se duplicarán para Argentina en 2015 ante una caída de las reservas extranjeras a niveles críticamente bajos, lo que aumenta la presión para que el país resuelva una disputa de 12 años con un grupo de acreedores y pueda acceder al mercado internacional de crédito.

Los pagos en moneda extranjera aumentarán a 9.400 millones de dólares el próximo año, de los cuales 6.000 millones de dólares se tienen que desembolsar en octubre a inversores en bonos Boden 2015, según cifras del Gobierno analizadas por Reuters.

Argentina ya ha llegado a acuerdos con el Club de París, el Banco Mundial y la petrolera Repsol SA que le demandarán unos 1.500 millones de dólares, según estimaciones de Bank of America.

Eso podría llevar la factura total a 10.800 millones de dólares, lo que se compara con los 5.000 millones de dólares de este año, incluyendo el pago de los recientes acuerdos.

Se espera que las reservas extranjeras, que cayeron un 30 por ciento el año pasado y están en un mínimo de ocho años de 29.000 millones de dólares, bajen en el segundo semestre de este año, luego de que los principales cultivos de exportación -la soja y el maíz- se cosechen y vendan en la primera mitad del año.

"Los pagos aumentarán el próximo año y va a ser duro pagar", dijo el economista Marcos Buscaglia en Nueva York, quien anticipa una caída de las reservas a 26.700 millones de dólares para fines de año.

Las cifras oficiales y de pagos totales de deuda están abiertas a interpretación, dicen economistas, porque incluyen una mezcla de préstamos entre el sector público e internacionales que tradicionalmente se renuevan y por eso no afectarían a las reservas.

Reuters ha descontado la mayor parte de esos préstamos, pero no todo, como los que Argentina tiene con el sistema de fondos de pensiones para el cual no hay inmediatamente disponible un desglose de sus inversiones en bonos en dólares.

La tercera mayor economía de América Latina, que cayó en recesión en los primeros tres meses del año, ha estado consumiendo sus reservas para pagar su deuda y financiar importaciones.

Analistas dicen que hay arreglos de corto plazo que Argentina puede usar para ayudarse con sus problemas de deuda, siempre que consiga acceder a los mercados mundiales de crédito de los que ha estado marginada desde que incumplió 100.000 millones de dólares en bonos en 2002.

Para hacerlo, necesita alcanzar un acuerdo con los llamados inversores "holdout", que rechazaron los intentos de Argentina de reestructurar deuda y que la semana pasada consiguieron una victoria en las cortes de Estados Unidos.

"Todos los acuerdos cerrados en 2014 incrementaron un montón los pagos de deuda que Argentina enfrenta hasta 2019", dijo Buscaglia. "Si Argentina puede acudir a los mercados, será un calendario manejable", agregó.

La presidenta Cristina Fernández ha dicho que el fallo, para que Argentina pague a un grupo de acreedores no reestructurados 1.330 millones de dólares en efectivo, generaría nuevos reclamos por hasta 15.000 millones de dólares, una cantidad "absurda", que no puede pagar.

Tras años de rechazar una negociación con los holdouts, Argentina dijo que está lista para conversar. Si no paga o llega a un acuerdo, las cortes de Estados Unidos impedirán que abone dinero a la deuda reestructurada, que representa más de un 90 por ciento del total.

El próximo pago tiene vencimiento el 30 de junio y Argentina tiene un período de gracia de un mes, lo que significa que podría caer en un "default" o incumplimiento técnico a fines de junio.

FLUJO DE CAJA SOMBRIO

La situación de flujo de caja de Argentina se ve incluso más sombría si se consideran sólo las reservas líquidas netas, las que están constituidas por el total menos el oro, los derechos especiales de retiro del FMI o los requerimientos de depósitos bancarios, dependiendo de cómo se defina.

Analistas calculan que las reservas netas están en un rango entre 14.700 millones y 21.000 millones de dólares. No hay una estimación oficial.

"Argentina está cerca de la bancarrota con reservas netas extranjeras para cubrir sólo tres meses de importaciones", dijo Siobhan Morden, jefa de estrategia para América Latina en Jefferies en Nueva York, quien calcula unas reservas netas de 16.500 millones de dólares.

Una regla de manual es que un país debe tener reservas para cubrir al menos tres meses de importaciones para protegerse de una crisis externa. Las importaciones argentinas fueron de 5.900 millones de dólares en mayo.

"Esta métrica muestra que su reserva es bastante baja y aún tienen obligaciones bastante significativas en dólares. Estas son restricciones financieras serias para pagar las obligaciones con estos holdout", dijo Morden.

Dicho esto, Argentina tiene aún opciones para enfrentar la amenaza de una contracción del crédito. Podría extender los bonos Boden 2015, que están gobernados por la ley local, siempre que los inversores sigan atraídos por la deuda de alto rendimiento de Argentina. Aún tendría que pagar los intereses, pero al menos no todo el costo de amortización.

Se espera que las elecciones a fines de 2015 traigan un Gobierno más amigable con los inversores, lo que junto a un reciente cambio a políticas más pragmáticas han mejorado el apetito de los inversores.

El mercado absorbió rápidamente los miles de millones de dólares en bonos que Argentina emitió el mes pasado para compensar la petrolera española Repsol por la expropiación de su filial YPF.

Gustavo Ber, analista de la consultora local Estudio Berm dijo que sólo en el peor de los casos Argentina pagaría la amortización del Boden 2015 con reservas, porque muchos inversores podrían estar interesados en extender la deuda.

El Banco Central de Argentina podría pedir prestado a bancos extranjeros o elevar los encajes de los bancos locales para conseguir divisas.

El Gobierno podría restringir más las importaciones para frenar la salida de capitales y devaluar de nuevo la moneda para aumentar las exportaciones, pero esas medidas suponen el riesgo de avivar una de las mayores inflaciones del mundo y perjudicar el consumo.

"Pueden haber problemas en 2017 si la situación se prolonga por tres años consecutivos", dijo el analista Mauro Roca de Goldman Sachs. "Pero muchas cosas pueden pasar hasta entonces".

"Es importante resolver la situación con los holdouts y entonces Argentina podrá olvidarse de sus reservas, cuando tenga acceso a los mercados internacionales y pueda financiarse de esa manera", Roca.