BUENOS AIRES (Reuters/EP) - El Gobierno de Argentina analiza la instrumentación de un impuesto a la renta financiera y una colocación voluntaria de bonos a los bancos para afrontar su complicada situación fiscal, tras recientes cambios en el gabinete producto de un dura derrota electoral de medio término, dijo el jueves un diario local.
El matutino La Nación sostuvo que la presidenta Cristina Fernández analizará este largo fin de semana diferentes propuestas para afianzar los números de las arcas públicas, cuando junto a su esposo y ex presidente, Néstor Kirchner, se recluyan en la residencia de El Calafate, al sur del país.
La actividad pública nacional será mínima por cuatro días, ya que sumado al feriado nacional del jueves por el Día de la Independencia, se dispuso asueto administrativo el viernes para mitigar las consecuencias de la epidemia de gripe A H1N1.
Las eventuales nuevas medidas ya son estudiadas por el flamante ministro de Economía, Amado Boudou, en compensación a los problemas de financiamiento de Argentina al tener cerrados los mercados externos de crédito.
El Gobierno sabe que una posible instrumentación de un impuesto a la renta financiera y la eventual colocación de un bono a los bancos aprovechando su liquidez, son medidas rechazadas por el mercado, pues siempre rondaron en el ambiente estas alternativas como salidas de urgencia.
"La colocación de deuda sería 'voluntaria'. Pero algunos en el Gobierno imaginan algún elemento como para que los bancos deban tomar esos bonos y prestarle dinero en forma compulsiva al Estado", dijo el diario citando fuentes del oficialismo.
"Otra idea para mejorar los ingresos es un impuesto a la renta financiera, que afectaría 'todos los instrumentos' (títulos públicos y privados) del mercado de capitales", agregó.
En sus primeras declaraciones radiales como ministro, Boudou dijo el miércoles que su tarea será mantener el crecimiento económico con superávit fiscal y comercial, y que el país retorne al mercado del crédito.
El Gobierno sufrió una dura derrota electoral legislativa a fin de junio, lo que a criterio de analistas fue un claro mensaje de cambio para la presidenta Fernández, quien todavía no cumplió la mitad de su mandato.
Desde diciembre el oficialismo perderá la mayoría en el Congreso.