Actualizado 02/09/2009 02:17

Auge ventas autos EEUU agosto, pesa resaca plan chatarra

DETROIT/PARIS (Reuters/EP) - Las ventas de autos estallaron en agosto en Estados Unidos, debido a que los 3.000 millones de dólares de incentivos del Gobierno alentaron abruptos aumentos en las ventas de Hyundai, Ford y Honda.

Ford Motor Co informó el martes un aumento del 17 por ciento en las ventas mensuales, y el éxito del programa de incentivos del gobierno estadounidense "efectivo por chatarra" puso a las ventas de toda la industria en camino de registrar el primer incremento desde octubre del 2007.

La coreana Hyundai Motor Co presentó un aumento del 47 por ciento en las ventas, debido a que las entregas de su sedán Elantra más que se duplicaron en el periodo.

El programa de incentivos del Gobierno de Estados Unidos también ayudó a Honda Motor Co a presentar un incremento del 10 por ciento en las ventas, mientras que las de Toyota Motor Corp aumentaron un 6 por ciento.

Las dos automotrices estadounidenses que salieron de las bancarrotas patrocinadas por Washington -General Motors Co

y Chrysler- perdieron participación de mercado durante la bonanza de las ventas de agosto.

Las ventas de GM cayeron un 20 por ciento, mientras que las de Chrysler cedieron un 15 por ciento.

En tanto, Francia registró un aumento del 7 por ciento en las ventas de autos de agosto, y el Gobierno dijo que seguiría financiando su programa de canje para alentar a los consumidores a cambiar sus viejos autos hasta el 2011.

El ya finalizado programa estadounidense de "chatarras", que estuvo inspirado por los programas de Francia y otros mercados europeos, impulsó una corrida hacia las concesionarias durante julio y agosto.

Más de 690.000 vehículos fueron desechados en Estados Unidos por créditos financiados por los contribuyentes de hasta 4.500 dólares, debido a que los consumidores se beneficiaron de dejar de lado sus camionetas y vehículos utilitarios deportivos con mayor consumo de combustibles.

Sobre una base anualizada, las ventas de toda la industria en Estados Unidos superaron las 14 millones de unidades, según Autodata. La cifra se ubicó por encima de los 13,6 millones de unidades del mismo periodo del año anterior, pero aún están muy por debajo del rango de 16 millones que se había registrado como un mínimo del mercado hasta el 2007.

GANADORES Y PERDEDORES

Los ganadores del programa de incentivos de Estados Unidos fueron las grandes automotrices asiáticas y Ford, la cual se benefició de una línea de autos más pequeños, más fuertes y de los todoterreno, dijeron los analistas.

Ford, la única automotriz de Estados Unidos que pudo evitar la bancarrota patrocinada por el estado, presentó su segundo aumento mensual consecutivo, y dijo que apuntaba a una recuperación de la demanda de camionetas junto a una recuperación generalizada de la economía.

La segunda automotriz de Estados Unidos dijo que había ganado participación de mercado e informó el primer aumento de las ventas de sus camionetas pickup de la serie F, su línea más vendida, en casi tres años.

Incluso con una esperada caída de la demanda después del programa "chatarra", Ford espera que las ventas de la industria en Estados Unidos sean mejores en los próximos meses de lo que fueron en el primer semestre.

Toyota también dijo que veía señales de una mejora en la economía de Estados Unidos y que podría elevar sus proyecciones para la demanda de la industria en general en el 2010.

Las automotrices que perdieron participación dijeron que habían sido perjudicadas por comparaciones desfavorables con las fuertes ventas del año anterior, y en algunos casos porque se quedaron sin autos para vender en los lotes de las concesionarias.

GM dijo que parte de las razones por la abrupta caída en sus ventas fue la comparación con las ventas más fuertes del año anterior, cuando una promoción de precios al nivel que pagan los empleados generó fuertes resultados.

Las ventas de Nissan Motor Co cayeron casi un 3 por ciento, desde los resultados récord de agosto del año anterior.

Chrysler, ahora bajo el control de la italiana Fiat, dijo que había perdido ventas potenciales cuando las concesionarias se quedaron sin algunos de los modelos, después que interrumpiera toda su producción durante el proceso de bancarrota que finalizó en junio.