Publicado 26/04/2023 14:59

La autoridad de supervisión financiera de Bolivia interviene el Banco Fassil, uno de los más grandes del país

La autoridad de supervisión financiera de Bolivia interviene el Banco Fassil, el tercero más grande del país
La autoridad de supervisión financiera de Bolivia interviene el Banco Fassil, el tercero más grande del país - ASFI

MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero de Bolivia (ASFI), el organismo encargado de vigilar el funcionamiento del sistema bancario, ha intervenido en la mañana de este miércoles el Banco Fassil, la tercera entidad bancaria más grande del país, ante los problemas de falta de liquidez que enfrenta y para garantizar los ahorros de sus clientes, a los cuales se les había imposibilitado el acceso a sus cuentas.

Según han informado varios medios locales, distintas autoridades de la ASFI habrían accedido al interior de la sede central del banco, ubicada en la ciudad de Santa Cruz, y ésta ha sido precintada. A su vez, la Fiscalía ya habría ordenado la captura de cuatro directivos del banco por presuntos delitos financieros. Entre estos están el presidente del banco, Juan Ricardo Mertens, y el gerente general, Jorge Arturo Chávez.

Otras de las decisiones que ha tomado la autoridad bancaria son suspender las operaciones del Banco Fassil durante al menos 30 días y designar al director de operaciones de la ASFI, Carlos Alberto Colodro, como interventor de la entidad bancaria.

El Banco Fassil informó el pasado 17 de abril que se enfrenta a una "desafiante" y "difícil" situación financiera, debido a la desestabilización que ha surgido en el último mes y a la "gran escalada" de especulaciones y rumores sobre una supuesta quiebra, lo que le habría llevado a inhabilitar de forma temporal el servicio de tarjetas de débito, crédito y prepago.

Solo cuatro días antes, la entidad bancaria había rechazado cualquier escenario parecido a la quiebra, alegando que estos rumores habían sido difundidos de manera "maliciosa", generando graves daños no solo a la entidad, sino al conjunto del sistema financiero y al país.

En este contexto, la ASFI ya había manifestado que el banco se enfrentaba a posibles sanciones, que podrían ser desde simples amonestaciones, hasta denuncias contra los directores o ejecutivos de la entidad bancaria, pasando por multas pecuniarias.