LA PAZ, 10 May. (EUROPA PRESS) -
Una delegación gubernamental y empresarial brasileña viajó hoy a Bolivia para iniciar negociaciones con el Gobierno de Evo Morales sobre las consecuencias de la nacionalización de los hidrocarburos en este país decretada el pasado 1 de mayo.
La misión llega precedida de señales políticas y empresariales en favor de negociar el acatamiento de la medida --que el Ejecutivo boliviano ha declarado "irreversible"--, aunque acompañadas de cuestionamientos sobre los aspectos legales del decreto.
Integran la delegación brasileña el ministro de Minas y Energía, Silas Rondeau, y el presidente de la petrolera estatal Petrobras, José Sergio Gabrielli, cuya compañía ha sido una de las afectadas por la nacionalización, según informa la agencia 'Prensa Latina'.
Ambos tienen programado reunirse con el ministro boliviano de Hidrocarburos, Andrés Soliz, tras la disposición oficial brasileña de negociar la adecuación de Petrobras al decreto del 1 de mayo, tal y como señaló el presidente de la compañía en Bolivia, Fernando Freitas, quien manifestó la posición de su empresa de someterse a la investigación anunciada por el Gobierno.
"Estamos dispuestos a recibir las auditorías con el fin de viabilizar y agilizar la negociación con Bolivia", declaró Freitas a la estatal Agencia Boliviana de Información (ABI), aunque reiteró sus "dudas" sobre el decreto nacionalizador.
Las auditorías son consideradas "claves" para precisar los verdaderos costos e inversiones y, por tanto, el margen de beneficio que deben recibir las empresas sobre el valor de la producción, que desde el 1 de mayo fue recuperada íntegramente por el Estado.
La investigación, según indicó el ministro Soliz, será también "vital" para determinar el verdadero valor a pagar por la transferencia al Estado de paquetes de acciones de cinco empresas privatizadas en el último decenio, necesarios para recuperar el control propietario estatal.