Por Chris Reese y Richard Leong
NUEVA YORK (Reuters/EP) - Los bonos de corto plazo del Tesoro estadounidense cayeron el martes, golpeados por dudas sobre el apetito global por la deuda del Gobierno tras débiles resultados en una subasta de 42.000 millones de dólares en notas a dos años.
La pobre venta de las notas a dos años aumentó la preocupación sobre las siguientes subastas de esta semana y el refinanciamiento de agosto, dijeron analistas e inversores.
"Todo acerca de la subasta de dos años fue decepcionante. Eso puso en duda (los resultados de) las ventas de deuda de cinco y siete años más adelante en la semana", dijo Todd White, gerente de portafolio de RiverSource Investment en Minneapolis.
La demanda general por la deuda que vence en julio del 2011 estuvo sobre el promedio pero muy por debajo del nivel de la subasta del mes pasado.
Se calcula que el Gobierno venderá 2 billones de dólares en deuda nueva este año fiscal y 1,4 billones de dólares el año fiscal 2010 para financiar su paquete de estímulo y los rescates de bancos.
Aunque los bonos cortos sucumbieron al temor por la emisión, las notas largas subieron, dado que las acciones mostraban algo de debilidad y estimulaban el atractivo de seguridad de la deuda del Gobierno.
Las notas a dos años del Tesoro bajaron 3/32 en precio para un rendimiento de un 1,08 por ciento, un alza desde el 1,04 por ciento del cierre del lunes, mientras que la deuda a cinco años cayó 3/32 para rendir un 2,61 por ciento frente al 2,59 por ciento de la jornada anterior.
En contraste, las notas de referencia a 10 años del Tesoro subieron 9/32 en precio para rendir un 3,69 por ciento, una baja desde el 3,73 por ciento del cierre del lunes, mientras que el bono a 30 años saltó un punto para rendir un 4,56 por ciento, un descenso desde el 4,63 por ciento de la sesión previa.
Los precios de la deuda del Tesoro encontraron algo de apoyo el martes por las cifras que mostraron que la confianza del consumidor estadounidense cayó más de lo esperado en julio.
Cifras de Standard & Poor's/Case Shiller mostraron alzas en los precios de las viviendas por primera vez en tres años durante mayo, pero tuvieron poco impacto sobre el mercado. Los inversores esperaban un descenso en los precios de un 0,5 por ciento.
Para algunos analistas, los precios de las casas fueron más evidencia de que el sector inmobiliario estadounidense podría estar saliendo de su abrupto declive, sumándose a las cifras del lunes que mostraron ventas de casas nuevas mayores a lo esperado en junio.