BRASILIA, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Brasil anunció este martes la puesta en marcha de un nuevo plan de inversiones en infraestructuras que supondrá un desembolso de 880.000 millones de dólares (655.894 millones de euros) hasta 2016 y que se centrará en la promoción energética del país y en los proyectos deportivos del Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 en la ciudad de Río de Janeiro.
El 'Programa de Aceleración del Crecimiento 2 (PAC-2)' es una ampliación de un plan similar que se implementó en 2007 y que tiene por objetivo mejorar el nivel de vida de la población, especialmente de las rentas más bajas, a través de la inversión para la construcción de vivienda. En total se construirán cerca de tres millones de residencias de las cuales un 90 por ciento se destinará a la población con menos recursos.
"El PAC-2 no son cifras ni un programa de obras, sino un plan para mejorar la vida de los brasileños", dijo la ministra de la Presidencia, Dilma Rousseff en el acto de presentación del programa en el que también participó el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
Sectores de la oposición criticaron la puesta en escena y argumentaron que este dúo de planes es solo una argucia política para impulsar la campaña de Rousseff como candidata a la presidencia del país sudamericano de cara a los comicios del próximo 3 de octubre. Medios locales apuntaron que esta medida es el "regalo" del mandatario a su "pupila" en la última semana de Rousseff en el Gobierno.
Sin embargo, Lula rechazó todas estas especulaciones e insistió en referirse a la funcionaria como "madre del PAC" asegurando que "sin la perseverancia y dedicación de la ministra tal vez no habría sido posible" elaborar estos programas. Además, el dirigente defendió un proyecto que considera necesario "para la redención del país" por lo que "quien llegue a la presidencia no podrá rasgarlo y hacer otra cosa".