BRASILIA, 13 Jun. (Reuters/EP) -
Brasil entregará 18.700 millones de reales (unos 8.700 millones de dólares) en préstamos baratos para la compra de electrodomésticos, dijo el miércoles el Gobierno, en una medida para impulsar el poder de compra de los brasileños mientras una deslucida economía y una elevada inflación erosionan los niveles de aprobación al Ejecutivo.
La línea de crédito estará destinada a participantes de un programa de viviendas sociales llamado 'Minha Casa Minha Vida', y será financiado por el Tesoro de Brasil, que suele vender deuda local y transferir los fondos a bancos estatales que entregan los créditos a los clientes.
La presidenta Dilma Rousseff, una economista de izquierda que se espera ampliamente se presente a la reelección el próximo año, vio una merma en su alto nivel de aprobación por primera vez en meses, debido a que los brasileños están cada vez más preocupados por la creciente inflación y el lento crecimiento, según dos encuestas de opinión publicadas recientemente.
La nueva línea de crédito destaca los esfuerzos del Gobierno por generar un punto positivo tras semanas de malas noticias, desde la violencia entre indígenas y agricultores hasta protestas contra el alza del pasaje de bus y una advertencia de Standard & Poor's respecto a una rebaja de calificación.
Rousseff también envió un claro mensaje a los inversionistas preocupados por la estabilidad de una economía que hace apenas tres años se expandía a un 7,5 por ciento. El año pasado, Brasil creció solamente un 0,9 por ciento.
"La inflación está bajo control, las finanzas públicas están bajo control", afirmó Rousseff tras anunciar la nueva línea de crédito que también incluye préstamos para compras de muebles.
El alto gasto público ha sido criticado por algunos economistas que dicen que mina los esfuerzos del banco central por contener la persistentemente elevada inflación. El banco central empezó a subir su tasa de interés en abril, tras haber bajado los costos del endeudamiento a niveles mínimos récord.
Funcionarios gubernamentales lanzaron una ofensiva mediática esta semana para asegurarle a los mercados que el Gobierno se mantiene responsable fiscalmente, pese al debilitamiento de los indicadores de su presupuesto.