Publicado 02/03/2015 19:23

BREAKINGVIEWS-Las volteretas de Grecia apenas comienzan

(Hugo Dixon es un editor de Reuters. Las opiniones expresadas son personales)

Por Hugo Dixon

LONDRES, 2 mar (Reuters Breakingviews) - El Gobierno griego tiene una tarea casi imposible para los próximos cuatro meses: recuperar la confianza de sus acreedores y al mismo tiempo mantener la de su pueblo.

Pero Alexis Tsipras solo puede culparse a sí mismo. El primer ministro hizo promesas electorales irresponsables, de las que ahora necesita liberarse.

La primera etapa de la "kolotoumba", la palabra griega para voltereta, ocurrió con la petición de una extensión del actual programa la semana pasada.

El nuevo Gobierno se comprometió a no dar marcha atrás a las reformas de la administración anterior ni a involucrarse en medidas unilaterales mientras se negociaba un nuevo contrato.

La kolotoumba requerirá tres etapas adicionales. Primero, las instituciones anteriormente conocidas como la "troika" probablemente obtendrán algunas concesiones más a cambio de evitar que Atenas quiebre el próximo mes.

Jeroen Dijsselbloem, jefe del grupo euro de ministros de finanzas de la zona euro, ha planteado la posibilidad de ese arreglo, según se reportó.

Segundo, Tsipras deberá tragarse otra parte de sus promesas electorales para fines de abril, cuando tenga que especificar la lista de reformas presentadas el lunes pasado.

Entonces será evidente que la mayor parte de la "ambigüedad constructiva" de la que se jacta Yanis Varoufakis, el ministro griego de Finanzas, deberá aclararse a favor de los acreedores.

Grecia bien podría lograr su plan de recortar la meta de superávit primario de este año a un 1,5 por ciento desde el un 3 por ciento anterior.

Pero como la economía fue golpeada por los problemas políticos de los últimos dos meses, lograr incluso eso requerirá ajustes presupuestarios.

Finalmente, Tsipras deberá acordar lo que efectivamente será un nuevo entendimiento de largo plazo para fines de junio. Esto involucrará dinero de los acreedores de Grecia a cambio de implementar duras reformas bajo monitoreo internacional.

Atenas podría obtener algún alivio de la deuda para que el trago no sea tan amargo.

Pero incluso eso no está garantizado. De hecho, es más probable que lo obtenga si el Gobierno se esfuerza para restaurar la confianza con sus acreedores al emprender sus reformas vigorosamente.

Como no tiene un buen plan B, cuanto más se apresure Tsipras a dar sus volteretas, mejor.