MADRID 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
Bajo el lema “Conectamos continentes, construimos oportunidades”, el VIII Congreso del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI), reunió en Sevilla a más de 100 ponentes -líderes empresariales, políticos e institucionales de América Latina, España y el mundo- que compartieron visión y tendencias sobre Iberoamérica y sus empresas.
En palabras de Núria Vilanova, presidenta de CEAPI, “Iberoamérica ya no es periférica: es estratégica y debe actuar en consecuencia: con unidad, visión a largo plazo y una alianza fortalecida y ampliada con Europa, que convierta los vínculos económicos, culturales, sociales e incluso políticos, en una ventaja competitiva global.”
Pero lo más importante es que a través de esas conversaciones y reflexiones se fue definiendo una ambiciosa hoja de ruta para posicionar a Iberoamérica como una región estratégica en el nuevo escenario económico y geopolítico global, tal como se recoge en el documento de conclusiones que, junto a otro titulado “El VIII Congreso en 20 titulares” han hecho público en estos días. El denominador común es que la región está ante una ventana de oportunidad sin precedentes. Frente a las crisis globales y el reordenamiento de las cadenas de valor, América Latina emerge con respuestas eficaces a los desafíos del planeta, como lo son los recursos estratégicos, el potencial alimentario y capital humano para liderar la transición energética, combatir el cambio climático, garantizar la seguridad alimentaria mundial o contar con un creciente número de jóvenes cualificados, entre otros aspectos.
Desde CEAPI se identifican cinco aspectos claves que hacen posible esa hoja ruta:
Empresarios como activistas del cambio:
Se destacó el papel de los empresarios como promotores de un capitalismo consciente, comprometido con el impacto social, la sostenibilidad y la modernización regional. Unos emprendedores con capacidad de liderazgo, que apuestan por la innovación, alianzas con otros empresarios con los que se comparten valores, la integración regional, o la creación de empleo.
Las multi-iberoamericanas toman el relevo a las multilatinas:
El Congreso subrayó el auge de empresas con ADN latino que ya no solo se expanden por Latinoamérica, sino que dan el salto hacia Europa vía España, y viceversa. El resultado es una relación cada vez más simétrica y estratégica que facilita la integración en cadenas de valor globales y reducir la dependencia de otros mercados como el estadounidense o el chino.
Latinoamérica, la región-solución a los retos del planeta:
Desde la transición energética hasta la producción alimentaria y el turismo sostenible, América Latina fue definida como una región indispensable para enfrentar los retos del siglo XXI. Se hizo hincapié en sectores estratégicos como minería -acumula el 60% de las reservas de litio-, energía, educación, turismo o agroindustria, este último con crecimientos estimados de hasta del 60% para atender la población mundial estimada para 2050.
Más multilateralismo, más seguridad, más estabilidad:
Los Estados deben impulsar marcos regulatorios eficientes, seguridad jurídica e integración en cadenas globales de valor. También se instó a fortalecer la cooperación UE-ALC, que suma el 25% del PIB global y abarca más de 1.100 millones de personas. Todo ellos son factores de una ecuación para Iberoamérica no se quede atrás.
Desafíos para crecer más y mejor:
El Congreso instó a acelerar un crecimiento sostenible superior al 4.5% anual, que permita combatir la pobreza, incrementar el empleo formal, y generar recursos públicos para mejorar infraestructuras, invertir en educación y fomentar la cohesión social.
Concluido el Congreso, CEAPI se compromete a seguir promoviendo espacios de diálogo, inversión e integración para que Iberoamérica aproveche esta década decisiva y se proyecte al mundo como un bloque unido, innovador y protagonista del cambio.