Publicado 03/11/2015 22:37

China y América Latina se alían para mitigar las emisiones de CO2

Energía renovable, molinos, emisiones de CO2
PIXABAY

   QUITO, 3 Nov. (Notimérica) -

   Los proyectos de energías renovables que China lleva a cabo en América Latina ya son un hecho, pero además el gigante asiático pretende ayudar al continente a desarrollar energías limpias y mitigar las emisiones de dióxido de carbono en la región.

   China desarrolla varios proyectos asociados a hidroeléctricas, paneles solares, aerogeneradores y las líneas de transmisión relacionados a estos proyectos energéticos renovables en diversos países de la región y goza de potencial para ayudar a América Latina a mitigar las emisiones de dióxido de carbono de la región, según expertos consultados por Xinhua.

   El analista de la consultora Euromonitor International, Stephan Mothe, ha afirmado que América Latina "tiene un déficit de infraestructuras" y "en especial en el área de energías limpias" y China tiene un "excedente de capacidad" productiva e "interés" por invertir en estos sectores para estrechar sus lazos con esos países.

   El interés chino en el sector de renovables se palpa en la actuación de empresas como el Grupo China Energy Engineering (CGGC), que está presente en América Latina desde 2010 y ya cuenta con proyectos en Argentina, Ecuador, Colombia, Chile, Venezuela y Perú, ha informado la agencia Andes.

   Estos países son precisamente los que tenían un "menor desarrollo" de energías limpias y ahora están dándole un "impulso decisivo" gracias a las inversiones de CGGC, que ya ha firmado con ellos una veintena de proyectos de ingeniería por 8.000 millones de dólares, según datos de la empresa.

   El año pasado CGGC cerró su proyecto más ambicioso fuera de China: dos centrales hidroeléctricas en Argentina que están siendo desarrolladas en colaboración con la empresa local Electroingeniería (Eling), con un valor total de 4.600 millones de dólares.

   Las represas sobre el río San Cruz, en el sur de Argentina, que llevarán los nombres de Presidente Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, permitirán añadir 1.740 megavatios al sistema interconectado nacional.

   Además, CGGC también desarrolla desde 2011 en Ecuador la central hidroeléctrica Sopladora, con una capacidad instalada de 487 megavatios, y que será una de las mayores del país.

   En el caso de Perú, la china Three Gorges Corporation (CTG), responsable de la represa de las Tres Gargantas, anunció el pasado mayo que desarrollaría estudios acerca de los recursos hídricos en el país andino, mediante un convenio suscrito con el Ministerio de Energía y Minas que incluye la capacitación de profesionales peruanos en China.

Ese convenio también servirá para analizar métodos para suministrar energías renovables, principalmente de fuentes hídricas, a las empresas mineras peruanas, que tienen entre sus principales clientes a China.

   Las inversiones de China en renovables también han llegado a Chile a través de la exportación de paneles solares fotovoltaicos, un sector en el que el país asiático es una potencia.

   Un reciente estudio del Global Developement and Environment Institute (GDAE) señala que China posee un excedente de paneles solares fotovoltaicos que está siendo aprovechado por Chile para hacer más sostenible la matriz energética del país andino.

BRASIL, UNA EXCEPCIÓN

   El caso de Brasil, el mayor país de América Latina, es diametralmente opuesto, porque desde los años 70 cuenta con una de las matrices energéticas más limpias del mundo, aunque tiene problemas para llevar esta energía limpia a sus consumidores.

   Según un estudio divulgado a finales de octubre por la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (ANEEL), el 62,5% de las obras de nuevas líneas de transmisión de Brasil está atrasado, lo que ha ocasionado demoras excesivas en la interconexión de nuevas plantas energéticas, principalmente campos eólicos y pequeñas centrales hidroeléctricas.

   State Grid usará en sus líneas de transmisión, una de ellas de 2.100 kilómetros, la tecnología de ultra alta tensión que hasta ahora sólo ha implantado en China y que permitirá el transporte de la energía en corriente continua a 800 kilovatios.

La mayor línea de transmisión unirá Belo Monte a la subestación de Estreito, en la frontera de Minas Gerais y Sao Paulo (sureste) y la región más poblada e industrializada del país, sin la necesidad de construir subestaciones intermedias, lo que minimizará las pérdidas de energía.