Actualizado 27/08/2009 00:45

Comercio de drogas en Guatemala eleva número de adictos

Por Sarah Grainger

CIUDAD DE GUATEMALA (Reuters/EP) - Cárteles de drogas en Guatemala pagan a traficantes y sicarios con cocaína, lo que ha llevado a un crecimiento del mercado local de estupefacientes y del número de adictos en un país ya agobiado por la pobreza y bandas criminales.

Docenas de centros de rehabilitación han surgido en Ciudad de Guatemala en los últimos años y albergan a adolescentes enganchados por la cocaína y otras drogas ilegales vendidas por intermediarios en las calles con más libertad que nunca.

Uno de ellos, el centro Espíritu Santo, tenía alrededor de 20 pacientes residentes cuando abrió hace cinco años, pero ante el incremento en el número de adictos en la capital está expandiendo sus instalaciones para albergar a 250 pacientes.

"En Guatemala es una cuestión de en dónde no se pueden encontrar drogas porque es muy fácil. Puedes conseguir a tres calles de aquí", dijo Hugo Monton, de 46 años, quien comenzó a fumar marihuana a los 12 años y llegó a la cocaína al inicio de sus veintes.

Poderosos cárteles mexicanos de drogas han penetrado profundamente en territorio guatemalteco en los últimos años ante un Ejército que los persigue y los ha empujado a buscar nuevas rutas para el tráfico de drogas entre Sudamérica y Estados Unidos.

La Dirección de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) calcula que tres cuartas partes de la cocaína procedente de Sudamérica pasa a través de América Central.

Funcionarios guatemaltecos dicen que los cárteles están pagando a traficantes locales con drogas, que es más difícil rastrear que el efectivo.

"El consumo ha aumentado como resultado de un cambio en el mecanismo de pago. Hace 10 años, los cárteles pagaban 75 por ciento en moneda y 25 por ciento en droga. Ahora pagan casi 100 por ciento en droga", dijo el portavoz del Ministerio del Interior, Nery Morales.

PAGA EN COCAINA

El mismo esquema ha sido visto en México, fronterizo con Guatemala, donde el Gobierno está peleando una guerra contra los cárteles de la droga que ha cobrado la vida de cerca de 4,000 personas tan sólo este año.

Con grandes cantidades de efectivo bajo vigilancia, cárteles usan drogas y armas para pagar los honorarios de las personas que les sirven de mensajeros, choferes, lavadores de dinero y vigilantes de la policía.

La tendencia es colocar más drogas en circulación en regiones utilizadas principalmente para tránsito, mientras que miembros de bandas venden la cocaína que reciben como pago en las calles para hacerse de dinero en efectivo.

"Transferir grandes cantidades de dinero es más difícil porque es fácil de detectar para las autoridades", dijo Edgar Camargo, jefe de una comisión gubernamental de drogas.

No hay datos oficiales en Guatemala sobre el número de consumidores de drogas, pero la división local de Narcóticos Anónimos dice que ha visto un gran crecimiento en el número de personas que asisten a sus reuniones.

"Hemos visto algunos cambios en los últimos años. La cantidad de jóvenes que vienen ahora, jóvenes de 15, 18, 19 años es una cantidad increíble y hasta cierto punto espantoso ver qué tanto porque son niños. Antes era muy raro", dijo un representante de la organización en Guatemala.

Adictos dicen que las drogas se han vuelto más baratas. Una pequeña bolsa de crack cuesta unos 4 dólares, por debajo de los 6 dólares de hace cinco años.

Un aumento en los consumidores de drogas empeoraría los ya altos niveles de criminalidad en Guatemala, uno de los países más violentos de América Latina, con más de 6,000 homicidios en el 2008 de una población de 13 millones de habitantes, debido principalmente a problemas con bandas callejeras.

El portavoz del ministerio Morales dijo que un mayor uso de drogas podría empujar a más jóvenes a unirse a bandas callejeras que asaltan, extorsionan negocios y secuestran para obtener efectivo.

Un paciente de 35 años en Espíritu Santo llamado José dijo que fue encarcelado cuatro veces en 12 años por robo a mano armada para obtener dinero para comprar drogas.