SAO PAULO, 21 Ago. (Notimérica) -
La constructora brasileña Camargo Corrêa, que participó en la trama de corrupción de Petrobras, resarcirá con 700 millones de reales (200 millones de dólares) a la petrolera nacional y a las dos empresas públicas Eletronuclear y Eletrobras que fueron víctimas de sus acciones ilegales, en el mayor acuerdo de estas características en la historia del país
Tres ejecutivos de la empresa confesaron que se pagaron sobornos y que la constructora actuó en obras como la refinería Abreu y Lima, de Petrobras, la planta nuclear Angra 3 y la hidroeléctrica de Belo Monte, ha revelado el diario brasileño 'Folha'.
En el caso de Petrobras el soborno llegó a los 110 millones de reales (31 millones de dólares), mientras que en Belo Monte la cantidad alcanzada fueron 20 millones de reales (5 millones de dólares). Por último, en el caso de Angra 3, el importe no llegó a ser efectuado por Camargo, según ha confesado el expresidente de la empresa Dalton Avancini, que se ha convertido en delator de la Operación Lava Jato.
Los altos cargos de las empresas involucrados en el escándalo de corrupción efectuaron el pacto de revelar información a los fiscales de la Operación Lava Jato a cambio de una reducción de la condena. El procurador Fernando de Lima y el abogado de Camargo Corrêa, Celso Vilardi, han llevado a cabo las negociaciones.
De los tres ejecutivos que fueron condenados por el juez Sergio Moro, dos de ellos, Avancini y el que fuera vicepresidente de la constructora, Eduardo Leite, realizaron el acuerdo y confesaron crímenes para cumplir prisión domiciliar. El expresidente del Consejo de Administración de Camargo Correa, que se negó a pactar, fue condenado a 9 años y 6 meses de prisión.
A cambio de realizar el pago de los 200 millones de dólares, se garantiza la inmunidad de otros altos ejecutivos de Camargo Côrrea que podrían ser acusados, en un futuro, de la práctica de cartel, corrupción e impunidad administrativa, entre otros crímenes.
Por ejemplo, el exdirector de petróleo y gas de la constructora llamado Leonel Quieroz Vianna Neto, responsable del pago de sobornos entre 2006 y 2009; y el expresidente de la empresa Antonio Carlos Marques, que conocía y aprobaba el esquema del pago de las propinas, quedarán libres si confiesan todo lo que saben sobre la trama.
Una de las cláusulas del acuerdo prevé que Camargo Corrêa implantará un sistema ejemplar "de conformidad", un control interno de la empresa que evitaría pagos de sobornos y otros desvíos de dinero. Los procuradores monitorizarán la implementación de esta medida en la compañía.
No es la primera vez que Camargo Corrêa promete que va a limpiar de corrupción la empresa. En 2009, después de la Operación Castelo de Areia que destapó una serie de sobornos y acabó siendo anulada por errores en el proceso, la empresa prometió el cambio.
Sin embargo, a diferencia de la última vez, ahora las personas que se han visto envueltas en el escándalo han sido expulsadas y la empresa ha contratado a dos ejecutivos de Embraer, Artur Coutinho e Flavio Rimoli, para ocupar la presidencia y la dirección encargada de evitar los desvíos de dinero.