MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Producto Interior Bruto (PIB) de Argentina experimentó en el tercer trimestre un crecimiento del 4,1 por ciento con respecto al trimestre anterior en términos desestacionalizados, según datos divulgados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Los nuevos datos suponen un impulso a la recuperación en el país sudamericano tras la contracción intertrimestral observada en el segundo trimestre (-0,9 por ciento).
La economía argentina se benefició entre julio y septiembre del impulso de consumo, tanto público (3,4 por ciento) como privado (2,8 por ciento). No obstante, la inversión, medida en formación bruta del capital, experimentó un descenso del 1,2 por ciento. Por el lado de la balanza comercial, las exportaciones crecieron un 7,3 por ciento, mientras que las importaciones se incrementaron un 1,7 por ciento.
En términos interanuales, el PIB argentino creció un 11,9 por ciento, impulsado por todos los indicadores, que registraron variaciones positivas. El consumo privado creció un 12,1 por ciento y el público un 11,5 por ciento, la inversión se impulsó un 21,2 por ciento y las exportaciones (18,8 por ciento) y las importaciones (26,2 por ciento) también observaron registros positivos.
En comparación con el año anterior, prácticamente todos los grupos de actividad registraron variaciones positivas. Solo agricultura, ganadería, caza y silvicultura (-0,8 por ciento) se apuntaron un 'número rojo'. En contraposición, destacaron los incrementos de las actividades de hoteles y restaurantes (59,8 por ciento) y otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales (81 por ciento).
Las previsiones del ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, apuntan a un crecimiento del 10 por ciento este año, tras haber observado una caída del 9,9 por ciento en 2020 con motivo de la pandemia, y un alza del 4 por ciento para 2022.