QUITO, 19 Jun. (Notimérica) -
De los 3.344 millones de dólares previstos por el Gobierno de Ecuador para reparar los daños ocasionados por el terremoto que hizo temblar al país el pasado 16 de abril, ya se han invertido 200 millones.
Parte del dinero invertido ha sido atendido con la línea de contingencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que se comprometió con aportar 300 millones. "Son los créditos que nos aprueban, nos desembolsan, vamos justificando y recibimos más", dijo el jueves el presidente, Rafael Correa.
Precisamente el BID asumirá el 67 por ciento del gasto público (2.253 millones de dólares) destinado a la reconstrucción de las zonas afectadas según informa el diario 'El Universo'.
Allí se estipulan otras líneas contingentes del Banco Mundial, Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Fondo Monterario Internacional (FMI), el presupuesto del Estado y la Ley de Solidaridad, de la que el régimen espera recibir en promedio 50 millones cada mes.
El secretario técnico del comité de reconstrucción, Carlos Bernal, explicó que para la remoción de escombros se asignaron 19,5 millones de dólares; para reparar casas, 47,5 millones; mientras que para la reparación de vías y carreteras se asignaron ya 39 millones de dólares.
En total, 83 kilómetros de vías se han visto afectadas. El Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) refirió que el costo de inversión para la recuperación de la red vial estatal es de 101,8 millones, que serán cubiertos por el BID, Banco Mundial y fondos fiscales.
De los fondos de emergencia también han salido más de 35 millones para escuelas y 20 millones para recuperar servicios de agua y saneamiento. También se destinó cierta cantidad para otros gastos como abastecimiento de alimentos en los albergues e insumos de salud.
Al sector privado le toca asumir el restante 33 por ciento de la reposición de los daños, equivalentes a cerca 1.091 millones de dólares.
Además de las cifras monetarias, otro factor importante a tener en cuenta para reparar la totalidad de los daño es el tiempo. En este sentido, el Gobierno estima que no se habrá completado la tarea hasta dentro de entre dos y cinco años.
En Manabí, la provincia más golpeada, se estima que el terremoto dejó sin empleo a 22.000 personas. Solo en la zona cero de Portoviejo hubo 3.000 comerciantes afectados, sin contar con las plazas que se perdieron por los daños en el sector hotelero de la provincia.