Actualizado 01/07/2013 21:58

ENFOQUE-Rondas campesinas de Perú se unen en contra de plan minero de 5.000 mln dlr

Por Mitra Taj


CAJAMARCA, Perú, 1 Jul. (Reuters/EP) -

- Hace 40 años, en el Perú rural se fundaron las "rondas campesinas" para evitar el robo de ganado.

Pero actualmente, el objetivo de los "ronderos" ha cambiado para enfocarse en el rechazo a un proyecto aurífero de 5.000 millones de dólares de una minera estadounidense que dicen que devastará lagunas vitales para los residentes andinos.

Las rondas campesinas actúan como un sistema judicial de facto en lugares donde las instituciones públicas son débiles y la presencia policial es escasa. Se han convertido además en actores políticos relevantes en provincias remotas, involucrándose en conflictos por los recursos naturales y causando dolores de cabeza al Gobierno central.

En la norteña región de Cajamarca, los ronderos ayudaron a detener temporalmente el plan Minas Conga de Newmont el año pasado al convocar a residentes de los Andes a protestar.

Ahora, los ronderos están haciendo un nuevo esfuerzo para exigir al presidente Ollanta Humala que paralice definitivamente el proyecto, que ya obtuvo una serie de permisos gubernamentales y crearía cientos de empleos.

Humala, desde que asumió el poder en el 2011, ha apoyado el plan, que sería la mayor inversión minera en la historia de Perú. Los conflictos sociales generados por Minas Conga han remecido al Gobierno. Humala renovó su gabinete ministerial en dos ocasiones tras violentas protestas, primero para aplacarlas y luego para promover el diálogo tras la muerte de cinco personas.

"El Gobierno ya no nos representa (...) pero somos fuertes y vamos a luchar por nuestra agua hasta la muerte", dijo César Angel, un rondero que se encontraba cerca a El Perol, una de las lagunas que será drenada para extraer oro.

Angel permaneció parado junto a su caballo masticando hojas de coca y observando a la policía que se congregaba junto a la laguna.

Cientos de ronderos se reunieron el mes pasado para protestar en contra del plan de Newmont y su socia peruana Buenaventura, que fue puesto en espera por ambas empresas hace casi un año. Las compañías han intentado aplacar la tensión priorizando la construcción de varios reservorios que garanticen agua potable para las comunidades locales durante todo el año.

Las firmas planean transferir agua de las lagunas a cuatro reservorios que afirman pondrán fin a racionamientos estacionales. Pero muchos residentes que viven de la ganadería y agricultura cerca de la mina dicen que el proyecto secará y contaminará los recursos hídricos a pesar el plan de remediación ambiental de las empresas.

Minas Conga, que produciría entre 580.000 y 680.000 onzas de oro anuales, extendería la vida de la mina adyacente Yanacocha, también de Newmont y Buenaventura.

"GUARDIANES DE LAS LAGUNAS"

Los ronderos, que se hacen llamar los "guardianes de las lagunas", dicen que acampan cerca de la laguna El Perol para evitar que Newmont drene agua hacia uno de los reservorios.

"Antes, los ronderos se preocupaban por cosas pequeñas, los abigeato y cosas así, pero ahora defienden nuestra agua y tierra de ladrones grandes como empresas multinacionales", dijo Milton Sánchez, un activista que trabaja de cerca con los ronderos.

El opositor de más alto perfil del proyecto, el presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, llegó al poder tras ser uno de los jefes de las rondas campesinas y actualmente muchos analistas consideran que podría postularse a la presidencia en la elección del 2016.

Santos, del partido comunista peruano Patria Roja, suele acusar a Humala de poner los intereses de las empresas antes que los de los pobladores.

"Nosotros aún lo vemos más como rondero que como político", dijo Roger Ponce, un jefe provincial de las rondas, refiriéndose a Santos.

La fiscalía afirma que hay más de 200.000 ronderos en Cajamarca, muchos más que policías.

"Deben ser una de las pocas organizaciones que realmente funcionan en el país. Tocan su silbato y allí está toda la comunidad, toman una decisión y se cumple (...) el problema es que no tienen claro sus objetivos y por eso queremos capacitarlos", explicó Tomás Gálvez, un funcionario de la fiscalía.

"EL PODER REAL"

En declaraciones hechas en mayo, el presidente ejecutivo de Buenaventura, Roque Benavides, dijo que los ronderos pueden complicar el panorama minero de Perú, el segundo productor mundial de cobre y plata y el sexto de oro.

"Cuando uno está en el punto del cerro uno dice: ¿Con quién hablo? Y no es que uno no quiera dialogar pero se pregunta: ¿Con quién hablo? ¿Debo hablar con el alcalde democráticamente elegido o con el jefe de rondas campesinas? (...) Muchas veces el jefe de la ronda es el poder en el punto de cerro", afirmó Benavides.

Omar Jabara, un portavoz de Newmont, urgió al diálogo entre las partes en un reciente correo electrónico: "Respetamos todas las instituciones sociales en Cajamarca, incluyendo a los ronderos".

Las rondas campesinas han tenido una relación de altibajos con el Gobierno central.

En la década de 1990, el entonces presidente Alberto Fujimori armó a muchos ronderos durante la lucha contra la guerrilla maoísta Sendero Luminoso. La comisión de la verdad de Perú reconoció su papel en contribuir a derrotar a los rebeldes, pero también los responsabilizó de violar los derechos humanos al igual que a los insurgentes y a las Fuerzas Armadas.

Los gobiernos siguientes alentaron a los ronderos a enfocarse en combatir crímenes de menor envergadura, pero la ley peruana les garantiza una autonomía considerable.

Este mes, el Fiscal de Perú alcanzó un convenio de cooperación con representantes de las rondas campesinas de Cajamarca, con el fin de limitar sus excesos ocasionales comprometiéndolos a respetar los derechos humanos, reportar crímenes y cumplir un entrenamiento.

Algunos ronderos apoyaron el acuerdo, pero los principales dirigentes, que se oponen al plan Minas Conga, se han negado a firmarlo.

"Por lo de Conga el Gobierno busca nuevamente como domesticar y minimizar a las rondas campesinas", dijo Ydelso Hernández, un aliado de Santos y un jefe nacional de los ronderos.

La fiscalía, que opera en forma independiente al Gobierno central, desestimó que su objetivo sea aplacar a los que se oponen al proyecto minero.

No existen estadísticas sobre los crímenes cometidos por las rondas campesinas, pero medios provinciales en ocasiones describen su participación en incidentes violentos.

"Estamos entrando para sensibilizar respecto a la actuación que debe tener la ronda y cómo debe actuar en respeto a los derechos fundamentales de las personas", dijo Luis Alberto Pacheco, un funcionario de la fiscalía.

"Esto no puede ser como en la Edad Media, todos salimos con palas y antorchas y linchamos y incendiamos", agregó.

Los ronderos cajamarquinos dicen que dejaron de portar armas hace años. Sus castigos vienen de las tradiciones andinas, como realizar ejercicios tipo planchas.

Uno de los castigos más severos es la "cadena ronderil", que consiste en trabajar el campo durante el día y caminar descalso en las gélidas tierras durante la noche, según algunos ronderos.

El castigo puede prolongarse por días o semanas al pasar de una comunidad a otra para realizarlo.

Refiriéndose al ministro de Energía y Minas Jorge Merino, Ponce dijo en tono de broma: "Merino tendría que hacer una cadena ronderil por tres o cuatro meses. Humala por seis meses".