BRASILIA, 30 Jul. (De la enviada especial de EUROPA PRESS, Beatriz Fernández) -
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, realiza hoy una reducida visita de 20 horas a Brasil para facilitar la entrada de empresas españolas en el proyecto de construcción del tren de alta velocidad que unirá Rio de Janeiro y Sao Paulo, las mayores ciudades del país, previsiblemente para 2014.
El reto es grande, porque grandes compañías de otros países también aspiran a lograr contratos relacionados con este proyecto. Empresas ingenieras y del sector ferroviario conforman el grueso de la delegación empresarial que acompaña al ministro. Así, están presentes Abengoa-Telvent, CAF, Ineco, Siemens Espana, Talgo y Elecnor, aunque hay también empresas de otros sectores, como el Banco Santander, la aeronáutica CASA-EADS, la naval Factorías Vulcano, Repsol y Telefónica.
Los empresarios han mantenido esta mañana (hora local) um desayuno de trabajo con la secretaria de la Cámara de Comercio Exterior de Brasil, Lhyta Spíndola, y con la directora de Negociaciones Internacionales del Ministerio brasileño de Industria, Eliane Fontes, a las que han pedido más inversiones brasileñas en España y han preguntado por el proyecto de reforma fiscal en el país sudamericano.
El secretario general de Comercio Exterior de España, Alfredo Bonet, se refirió a Brasil como "una de las grandes prioridades de la política comercial internacional" española y destacó que aún existen oportunidades de negocio en el sector de las infraestructuras, debido al proceso modernizador lanzado por el presidente Luiz Inácio 'Lula' da Silva.
Subrayó además el interés que tienen tanto España como Brasil en impulsar las negociaciones para la consecución de un acuerdo de asociación entre la UE y el Mercosur durante la presidencia española en el primer semestre de 2010.
De forma paralela a este desayuno, Moratinos se reunió con representantes de medios de comunicación brasileños y a mediodía (17.00 horas en la Espana peninsular) se entrevistará con su colega Celso Amorim, con quien comparecerá posteriormente en rueda de prensa. Tras un almuerzo com Amorim, emprenderá el regreso a Madrid.
La visita del ministro a Brasil se ha tenido que acortar debido al retraso que provocó su entrevista ayer con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien prolongó por más de una hora un acto de firma de contratos energéticos con España, lo que retrasó la llegada del ministro a Brasilia.
La cena que el ministro tenía prevista con el titular de Industria, Paulo Bernardo Silva, tuvo que cancelarse, aunque dos de sus subordinados y el asesor del asesor internacional del presidente Lula, Marco Aurelio García, sí esperaron a Moratinos para cenar con él.
La corta estancia de Moratinos en Brasilia impedirá que se pueda ver con Lula y con la ministra de la Presidencia, Dilma Rousseff, quien se perfila como su sucesora.