CIUDAD DE MÉXICO, 14 Mar. (Notimérica) -
Los mexicanos podrían diferenciarse entre sí por su gusto a la hora de decantarse por una de las dos bebidas mexicanas por excelencia: el tequila o el mezcal. Mientras unos defienden el tequila como lo más azteca que uno podría beber --sin limón ni sal--, para otros el mezcal representa el destilado más emblemático del país.
Lo que está claro es que casi nadie en el mundo hace ascos a ninguno de los dos licores, cuyas exportaciones se han adquirido relevancia a nivel internacional --las ventas internacionales desde el pasado año han crecido casi un 12 por ciento, recoge 'Alnavio'-- y su producción ha pasado a estar en manos de compañías cuyo origen no está en territorio mexicano.
Tal es el caso de la marca Casamigos, que si bien podría ser una entidad puramente mexicana si nos basamos en su nombres, resulta tener detrás a tres importantes magnates estadounidenses, estando a la cabeza nada más y nada menos que el actor, productor y director de cine George Clooney.
El galán del cine estadounidense, junto con su amigo Rande Gerber --marido de la modelo Cindy Crawford-- y el promotor inmobiliario Michael Meldman, se asociaron en 2013 para presentar el tequila Casamigos, galardonado en varias ocasiones. Y es que, si bien todo comenzó unos años antes como un proyecto privado, para consumo propio y de familiares y amigos, no mucho después recibieron una llamada desde la destilería mexicana donde producían su tequila, situada en Jalisco, en la que les comentaban un "pequeño problema".
"En los últimos dos años os hemos estado enviando cerca de 1.000 botellas de tequila anuales, y o bien lo estáis vendiendo o estáis bebiendo demasiado. En cualquier caso, no podemos seguir enviándoos muestras. Debéis adquirir una licencia y hacer esto de la manera correcta", indicaron desde Jalisto, contaba Rande Gerber en declaraciones recogidas por 'El Economista'.
Así, bajo licencia profesional Casamigos produjo tres tipos de tequila desde el cotizado agave azul --Blanco, reposado o añejo--, a la venta en tres tipos de botellas --375 mililitros, 750 mililitros y 1,75 litros--, variando los precios desde 20 hasta 115 dólares.
ÉXITO DE VENTAS
El número de botellas vendidas fue en aumento: en su primer ejercicio (2014) se llegaron a vender 38.000 cajas, ascendiendo la cifra un año más tarde a las 80.000 y en 2016 llegó a 120.000, para finalizar el año 2017 vendiendo 200.000 cajas en Estados Unidos, recoge 'Alnavío'. A ello, además, hay que sumarle las exportaciones registradas en Canadá, Australia, Inglaterra y España.
Ante tal éxito, la multinacional británica Diageo --dueña de Smirnoff, Johnnie Walker o Guinness-- cerró en 2017 un trato por la adquisición de Casamigos que ascendía a 700 millones de dólares por el negocio, más otros 300 por el rendimiento de la marca en la próxima década.
"Si nos preguntaran hace cuatro años si teníamos entre manos una compañía de mil millones de dólares, no creo que hubiéramos respondido que sí. Esto refleja la fe de Diageo en nuestra compañía y nuestra fe en Diageo. Pero no nos vamos a ninguna parte. Seguiremos formando parte de Casamigos. Empezando con un trago esta noche. O tal vez dos", indicaba el actor en un comunicado.
De esta forma y continuando en el negocio, el célebre intérprete y sus socios se han lanzado a una nueva aventura espirituosa de la mano de Diageo: Casamigos Mezcal Joven. Se trata de un mezcal joven inusualmente suave, lo que se traduce en que es una bebida que no tiene edad, indican en un comunicado.
CASAMIGOS MEZCAL JOVEN
Hecho con agave Espadin 100 por ciento de Santiago Matatlán (Oaxaca), cuna del mezcal por excelencia, su elaboración es puramente artesanal. "Mientras probamos inicialmente diferentes tequilas y mezcales, nos dieron muchas muestras para probar", explica Gerber a la revista 'Forbes', añadiendo que "cuando encontramos nuestro mezcal de elección, trabajamos estrechamente con para perfeccionarlo".
Presentado inicialmente por una familia que lleva más de cinco generaciones elaborando mezcal, Clooney y sus socios decidieron cambiar algunos matices y adaptarlo a sus gustos, pero la elaboración tradicional sigue ahí. Se construyen pozos de seis toneladas de tierra y luego se cubren con rocas volcánicas posteriormente calentadas por un fuego de leña.
Es allí donde las piñas de algave son divididas se colocan en el calor de cuatro a seis días, dejándo que reposen y se enfríen un mínimo de 24 horas. El agave es aplastado con una rueda tahona (piedra volcánica) y, una vez triturado, se extraen todos los azúcares y el mezcal se fermenta entre dos y ocho días antes de la destilación.
Tras el proceso de destilado, el mezcal tarda 30 días en estabilizarse y es en ese momento cuando Casamigos interviene en el proceso. Según indican, la marca agrega agua de manantial de montaña, algo que hace que este licor se "extremadamente suave, con el ahumado perfecto y es fácil de beber".
Con un diseño de botella elaborado por el mismo Gerber --negro mate, recordando al carbón tradicional con el que se elabora, y todas ellas hechas a mano-- la salida al mercado de este nuevo producto, que costará 60 dólares la botella de 750 mililitros, está programada para el próximo 1 de abril en Estados Unidos, Canadá, Australia e Inglaterra.
"Estamos comenzando con el uno", dice Gerber, asegurando que este mezcal está previsto que no sea el único, pues "hay otros en obras que no se lanzarán hasta que sean tan perfectos como nuestro joven".