Publicado 05/12/2013 18:23

Gobierno de Venezuela regulará el precio de los automotores en un intento por domar inflación

* Medida afectará precios de autos y motos, nuevos y usados

* Gobierno tendrá en cuenta costos y "ganancia razonable"

Por Eyanir Chinea

CARACAS, 5 dic, 5 Dic. (Reuters/EP) -

- El Gobierno de Venezuela comenzará a regular los precios de los automotores nuevos y usados como parte de sus intentos por frenar la vertiginosa inflación que sufre la economía del país petrolero, de acuerdo con un decreto publicado el jueves.

El presidente Nicolás Maduro asegura que las ensambladoras y concesionarias de autos inflan los precios artificialmente manipulando la oferta. La industria argumenta que el limitado acceso a divisas por un control de cambios la ha forzado a reducir su producción.

Con las potestades especiales que le otorgó el Congreso para gobernar por decreto durante un año, Maduro reforzó su ofensiva para poner un tope a las ganancias empresariales con la ley publicada el jueves.

"Los precios serán el resultado del estudio de las estructuras de costos y el establecimiento de una ganancia razonable", se lee en el decreto publicado el jueves en la Gaceta Oficial.

Los venezolanos deben anotarse en largas listas y esperar hasta más de dos años para estrenar un auto. Los usados suelen duplicar el precio de los autos en el concesionario.

Contrario a la dinámica normal de mercado, en Venezuela el precio de los automóviles se va apreciando con el tiempo porque son utilizados como instrumentos de ahorro e inversión.

"Los vehículos automotores usados que se comercialicen en el mercado secundario no podrán exceder el precio de los vehículos nuevos a puerta de fábrica", agrega la norma.

Los encargados de establecer los márgenes de comercialización de los concesionarios serán los Ministerios de Comercio e Industrias.

Ford, General Motors, Mitsubishi y Chrysler, tienen ensambladoras en Venezuela. El Gobierno está haciendo alianzas para que también Renault y Peugeot establezcan fábricas en el país.

La nueva ley entró en vigencia solo unos días antes de que los venezolanos se dirijan a las urnas para elegir a sus autoridades municipales.

Las elecciones serán un termómetro del apoyo a las políticas de Maduro, que desde que asumió hace ocho meses ha tenido que lidiar con una inflación que roza el 55 por ciento anual, una escasez de productos básicos y fallas en los servicios públicos.