Actualizado 31/03/2006 16:07

Iberoamérica.- Iberoamérica crece por encima de su ritmo medio animada por Brasil, México y Chile, según Caja Madrid


MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

La región de Iberoamérica crece en la actualidad a un ritmo superior a la media a largo plazo, situada en el 4,2%, con lo que consolida una tendencia de fortalecimiento iniciada hace tres años en la que Brasil, México y Chile lideran la actividad, según el Observador Económico Financiero de Latinoamérica del Servicio de Estudios de Caja Madrid.

Este crecimiento es, sin embargo, más modesto que el del resto de las principales regiones emergentes, aunque está acompañado de un reforzamiento de la posición financiera. En todo caso, la gestión de la política económica, señala el informe, se hace cada vez más divergente, y eso redunda en una región cada vez más heterogénea.

Por otro lado, la prudencia de las políticas en las dos primeras economías, Brasil y México, en las que se ha dado prioridad a la credibilidad frente al crecimiento, ha tenido un coste a corto plazo al limitar sus resultados en la fase alcista del ciclo, según Caja Madrid.

Sin embargo, señala, "el crédito ganado por ambos países constituye un aval de cara al futuro y justifica el sentimiento positivo de los inversores hacia toda la región". Además, otros países que han optado por políticas heterodoxas y tendentes a favorecer el crecimiento apenas suponen el 18% del Producto Interior Bruto (PIB) de la región.

Por otro lado, la mejora de los términos de intercambio y la creciente contribución de las remesas, que superaron el 2% del PIB de la región en 2005, consolidaron un superávit por cuenta corriente y contribuyeron a una reducción de la deuda externa, del 43% del PIB en 2003 al 30% del PIB en la actualidad.

Según el informe, la expansión global se mantendrá "firme" en 2006 e Iberoamérica conseguirá crecer a tasas similares a las de 2005. Además, la mejora en la posición fiscal y financiera lograda en los últimos años supone un límite a los escenarios adversos y reduce riesgos como los de un giro negativo en el ciclo global, lo que supone un "importante cambio cualitativo respecto al pasado", concluye.