CIUDAD DE MÉXICO, 22 Jun. (Notimérica) -
Después de tensas negociaciones que se extendieron por más de un año, los líderes de Canadá, Estados Unidos y México firmaron en 2018 el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), el acuerdo de libre comercio que reemplaza al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El Senado de México ratificó este miércoles el T-MEC, convirtiéndose así al país en el primero de los tres en hacerlo. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, defendió que estas relaciones comerciales "son buenas, benéficas, porque significan inversión extranjera en México, empleos en México, tener garantizado el comercio en Estados Unidos de las mercancías que producimos, con el complemente de que haya justicia en el país".
En los últimos años, el país azteca había ampliado su intercambio comercial con América del Sur, China y Rusia. Sin embargo, el nuevo tratado comercial podría restringir esta ampliación de mercados y obligar al país a aumentar sus compras a sus socios norteamericanos.
"Lo que está en juego con este T-MEC no es solamente la ratificación de un nuevo acuerdo sino cuáles van a ser, en los hechos, las condiciones de cumplimiento del acuerdo", indicó para la agencia 'Sputnik' el economista e investigador del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Universidad Nacional Autónoma de México David Lozano.
"No solamente va a tener efecto en los tres países que lo suscriben, sino en los países con los que México tenía un flujo comercial asegurado", añadió.
PRODUCTOS DE EEUU
En cuanto al capítulo agrario del nuevo acuerdo comercial tiene apenas cuatro párrafos dedicados al comercio de granos entre los tres países, en los que brevemente se obliga a que los otros dos países del acuerdo incrementen la compra de los productos de EEUU.
"En el T-MEC no se había descrito el porcentaje, pero a partir de la primera modificación que tuvo en los hechos el tratado con el acuerdo migratorio entre México y Estados Unidos, se supo que ese aumento va a ser del 25%", señaló Lozano.
Como consecuencia de esto, el economista indicó que ya existe una queja por parte de Canadá respecto a los efectos que va a producir este aumento de importación de granos estadounidenses a ese país que implica --como también en México-- la modificación de su legislación agraria.
Otro de los puntos importantes que disminuyen la autonomía comercial de México de aprobarse el T-MEC es la obligatoriedad de suscribir el acta UPOV 91, que prohíbe a los campesinos el uso propio y el libre intercambio de semillas, pilares de la agricultura como se la concibe en el país.
"Canadá pretendía que no se modificara el equilibrio comercial de la zona", apuntó Lozano. El experto alertó que, además de los granos, EEUU busca que sus vecinos aumenten la compra de su producción cárnica --cerdo, pollo-- a México y de lácteos a Canadá.
CONSECUENCIAS EN TERCEROS PAÍSES
Para el experto de la Unidad de Análisis Multidisciplinario de la UNAM lo principal de este nuevo acuerdo comercial es la repercusión que va producir en todos los otros países con los que México tenía una relación comercial consolidada.
"El salmón, por ejemplo, que México compraba a Chile, se obliga a sustituirse por el producido en EEUU. Lo mismo sucederá con otros productos sudamericanos que tenían a México como destino", indicó el Lozano.
Aunque el tratado no explicite en qué sectores México deberá reducir sus importaciones del sur del continente, Lozano precisó que se estima un porcentaje de disminución del 40%.
"EEUU buscará restringir el campo de venta de los productos que le estaban haciendo competencia, como el café, tabaco y algunos productos cárnicos de alta calidad, que van a afectar directamente las exportaciones de Brasil, Ecuador y Colombia", señaló el experto.
El T-MEC tendrá una duración de 16 años, pero será sometido a revisión cada seis años. Esta no acarreará la amenaza de expiración automática del tratado --como había propuesto originalmente EEUU-- y permitirá renovar el pacto por otros 16 años.