Actualizado 13/08/2009 03:21

Lula promete a Zelaya pedir a EEUU posición firme sobre Honduras

BRASILIA (Reuters/EP) - El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se comprometió el miércoles a hablar con su colega Barack Obama para que Estados Unidos aumente la presión a fin de lograr la reinstalación del depuesto mandatario de Honduras, Manuel Zelaya.

Lula hizo la promesa a Zelaya en una reunión en Brasilia, dijo el canciller brasileño, Celso Amorim, quien participó del encuentro.

"El presidente Lula se dispone, en el momento adecuado, a hablar con el presidente Obama" sobre el retorno al poder de Zelaya, depuesto por los militares el 28 de junio y enviado a Costa Rica, afirmó Amorim tras la reunión.

El ministro insistió en la necesidad de una actuación de Obama para que Zelaya vuelva a su país a tiempo para conducir las elecciones nacionales previstas para noviembre.

"Es necesario que los golpistas entiendan que no tienen futuro y quien puede decirles eso es Estados Unidos", afirmó.

"El Gobierno de Estados Unidos tiene el poder efectivo y la Organización de Estados Americanos tiene el poder de derecho", agregó en un duro discurso contra el Gobierno interino de Honduras.

Zelaya, derrocado cuando promovía un referendo que permitiría su reelección, pidió la ayuda de Lula en su ya reclamada mayor presión de Washington sobre el gobierno de facto encabezado por el presidente interino Roberto Micheletti.

El depuesto mandatario, en el marco de sus esfuerzos por conseguir apoyo a sus hasta ahora infructuosos intentos de regresar a Honduras, prevé entrevistarse el jueves en Chile con la presidenta Michelle Bachelet.

El miércoles, simpatizantes de Zelaya chocaron por segundo día consecutivo con las fuerzas de seguridad durante una manifestación en Tegucigalpa en reclamo de la restitución del derribado gobernante.

"Si la violencia surge para derrumbar presidentes, creemos que el pueblo tiene derecho a rebelarse", dijo Zelaya en Brasilia, donde prometió "Seguir luchando indefinidamente" por su retorno.

El mandatario depuesto insistió en que debe regresar en forma pacífica a Honduras para conducir los comicios. "Mi ausencia en la elección es ilegítima y causaría un caos", afirmó.