Actualizado 07/09/2009 21:09

Matt Damon se vuelve un soplón en una comedia negra

Por Silvia Aloisi

VENECIA, Italia (Reuters/EP) - Matt Damon hace de soplón de una compañía de producción agrícola estadounidense en "The Informant", una comedia negra basada en una historia real que hizo reír a carcajadas al público en el festival de Venecia.

Damon tuvo que engordar más de 13 kilos, dejarse el bigote y ser todo menos atractivo para interpretar a Mark Whitacre, que pasa de ser el empleado estrella de la empresa Archer Daniels Midland a ser un informante del FBI que delata una serie de arreglos de precios en el sector.

"Probablemente ha sido el momento más divertido que he vivido trabajando porque no tenía que pensar 'Tengo que ir al gimnasio después del trabajo' y básicamente comía todo lo que veía", explicó Damon a periodistas el lunes.

Con el sueño de convertirse en un héroe nacional y ascender en la compañía, Whitacre acuerda llevar un cable y una grabadora escondida para dar al FBI las pruebas que necesita para incriminar a sus jefes.

Pero nada sale como estaba previsto en la película del director ganador de un Oscar Steven Soderbergh, en la que todo da un giro puesto que pronto se ve que Whitacre no tiene tan buenas intenciones ni es tan fiable como parece.

"Si no estás acostumbrado a mentir, está claro que vas a fracasar, por lo que es divertido hacer de este chico porque nunca mete la pata. Y aunque lo haga por un momento sigue y sigue hasta que alguien finalmente dice basta", dijo Damon.

Soderbergh, que ya trabajó con Damon en la trilogía "Ocean", tiene experiencia a la hora de mostrar la corrupción y la avaricia corporativa.

"Erin Brockovich", también basada en un hecho real, contaba la historia de una madre soltera que denuncia a una compañía californiana que contamina el agua, mientras que "Traffic", ganadora de cuatro Oscar, abordaba el tema del narcotráfico.

Pero en "The Informant", situada en Estados Unidos en la década de 1990 y que se presenta fuera de la competencia de Venecia, toma una visión mucho más ligera.

El filme, en el que Soderbergh empezó a trabajar en el 2001, podría verse como una referencia no muy disimulada a los recientes escándalos corporativos estadounidenses.

Pero el director dijo que lo que realmente le había llamado la atención de la historia había sido la extraña personalidad de Whitacre y las reacciones de quienes tenía a su alrededor.

"Una mentira necesita dos personas para que funcione: necesita un mentiroso y alguien que lo crea. En este caso, los agentes del FBI ignoran tantas señales de que algo va mal porque el caso es tan grande", dijo Soderbergh.

A diferencia de películas anteriores, Soderbergh no quiso conocer al Whitacre real ni a nadie involucrado en la historia antes de rodar "The Informant", basada en un libro escrito por Kurt Eichenwald.

"Cuando nos decidimos porque la película fuera una comedia y una película muy subjetiva (...) lo de hablar con los protagonistas reales no me iba a ayudar y podía afectarme", dijo Soderbergh.

"Lo raro es que Whitacre ha visto la película y ha dicho que es muy acertada", concluyó.